1) Reconfortante nueva elucubración del cerebro de Blur y Gorillaz
Damon Albarn
The Nearer the Fountain, More Pure The Steam Flows (Transgressive, 2021)
Calificación: 8
Damon Albarn al parecer tiene problemas con la geografía, pues su más reciente disco, The Nearer the Fountain, More Pure the Steam Flows, fue concebido en Islandia, pero en él, habla de su Bretaña adorada y de una Torre de Montevideo cuya luz llega hasta Argentina. Su tercer disco de estudio está lleno de alusiones a sus proyectos: Blur, Gorillaz y hasta al ensamble o súper grupo, The Good, The Bad and The Queen, incluido el tributo de Damon ante el deceso del baterista Tony Allen, presente en la melancolía del tema titular.
Con la alusión sonora constante a la corriente fluyendo y mencionando varias veces el título del disco en temas distintos, Albarn hace un acopio de música como aguas sanadoras, luego de una pandemia que el artista describe y a la vez representa en una busca más ambiental que sus otros álbumes, más cerca de Brian Eno que del viejo Albarn, pomposo, teatral y fan de la realeza británica, con un cierre tan meditativo y entrañable como el que hace en Dr. Dee.
Un buen tema para entrar en el disco:
2 Formidable dúo supera lo iniciado, 14 años después
Robert Plant & Alison Krauss
Raise the Roof (Rounder/Concord, 2021)
Calificación: 9
Cátedra de Robert Plant y Alison Krauss, de cómo fusionar las colaboraciones vocales de un dios del rock y una experta en el arte de la armonización. Repiten la fórmula del Raising Sand (2007): covers de canciones que les encantan. En unas, como su versión al clásico de Calexico, Quattro (World Drifts In), comparten el micrófono por igual; en otras, Plant cede reflector, como en The Price of Love, de los Everly Brothers, que Alison carga con ternura.
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O, Go Your Way, donde Krause apenas figura, pero la batería de Jay Bellerose le da lustre especial al original de Anne Briggs. Con la producción del legendario T Bone Burnett, las colaboraciones de David Hidalgo de Los Lobos o del multiinstrumentista Stuart Duncan, Plant y Krauss se enriquecen uno al otro, se dejan respirar mutuamente y permiten brillar a sus músicos, con detalles que van creciendo luego de repetidas escuchas y un buen par de audífonos.
Un buen tema para entrar en el disco:
3) Ex Wild Beasts abraza la electrónica en inquietante segundo disco como solista
Hayden Thorpe
Moondust for My Diamond (Domino, 2021)
Calificación: 8
Luego de que su álbum de 2019, Diviner, tuviera el piano como espina dorsal, tras la escucha, era fácil preguntarse por qué Hayden Thorpe, el otrora cerebro de Wild Beasts, no cantaba más baladas llevado por la electrónica. Moondust for My Diamond responde a esa inquietud y si en otros artistas ese tratamiento hubiera resultado nocivo para la creatividad, con Thorpe se revela como una nueva avenida luego de un meditativo primer álbum como solista.
La edulcorada balada The Universe Is Always Right, el disco de Parallel Kingdom y la frescura fashionista a la Seal de Metafeeling revelan a Hayden y al productor Richard Formby como creadores de hits instantáneos, con temas cargados de sintetizadores con gancho, pero Thorpe no olvida la introspección en temas como No Such Thing, la instrumental Spherical Time II y la cerradora Runaway World, cargadas de inventiva y sus interesantes obsesiones con la realidad y el tiempo.
Un buen tema para entrar en el disco:
4) Juglar medieval encuentra su media naranja con banda finlandesa legendaria
Richard Dawson & Circle
Henki (Domino, 2021)
Calificación: 9
Luego de seis álbumes como solista y colaboraciones con Hen Oggled, el músico de folk británico, Richard Dawson, siempre buscando proyectos que lo acerquen a sus raíces de folclor noreuropeo, encontró en su primera colaboración con la banda finlandesa Circle, un lugar para verter sus metros medievales con exacta personalidad, con un ensamble encabezado por Jussi Lehtisalo en el bajo y el guitarrista Janne Westerlund, que se hermana al estilo de Dawson.
Con siete cortes con nombres de plantas, de herméticas referencias históricas y filosóficas a ¿la eutanasia?, Cooksonia; la decadencia, Ivy; la migración tras la escasez de una planta hoy mítica, Silphium; un trágico relato de hospital, Lily; el álbum es un campo de juegos para la experimentación, cargada de referencias al rock progresivo, con especial protagonismo del piano, y enriquecidas a lo máximo por la personalidad Circle y los cantos de indudable humanidad de Dawson.
Un buen tema para entrar en el disco:
5) Explosivo álbum sobre la pandemia de texanos sonrientes por excelencia
White Denim
World As A Waiting Room (City Slang, 2020)
Calificación: 8
“Tu verano llegó temprano/y las calles están vacías/y nadie está bailando”, así abre I Don´t Understand Rock and Roll, en un álbum que tuvieron que grabar en 30 días y que reluce en sus nueve tracks con una necesidad creativa e imperiosa de concluir cosas en la vida, antes de que nos lleve el diablo. Incluso el cálido Queen of the Quarantine, que menciona cómo se puede encontrar novia aún con las restricciones por covid, en una plácida canción surcada por estridentes guitarras.
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Pero White Denim, que como banda son el equivalente a jugo de manzana, no dejan que las proyecciones solemnes sobre la pandemia les quiten el buen ánimo y mucho menos la creatividad. Con la explosión de guitarras de DVD, al lado del largamente ido Josh Bock, que regresa para palomear cuando se pensaba que estaba peleado a muerte con James Petralli, haciendo más profundo ese mensaje en World As A Waiting Room, de unión ante cualquier calamidad.
Un buen tema para entrar en el disco:
6) Aventuras de veinteañera, en busca del alma femenina en el siglo XXI
Billie Eilish
Happier Than Ever (Darkroom/Interscope, 2021)
Calificación: 7
Se escucha curioso que una mujer que está en boca de todos como Billie Eilish, de 20 años, hable de envejecer, cuando en realidad se refiere a que ya tiene más experiencia, en Getting Older. Pero pasa esa, autocompasión de adolescente (apela a esa demografía), y se entiende por qué Eilish incluso está en el tracklist de productores de rock y bandas, como Black Country, New Road, incluso van más lejos en su adoración a la voz y personalidad de la cantante californiana.
Sólo hay que escuchar GOLDWING, para notar lo que es Billie, una combinación de algo clásico y entrañable y la sofisticación de un pop que no requiere otra cosa que arreglos electrónicos y su voz. En la mencionada, las programaciones incluso recuerdan a Björk. Y el estilo en busca de introspección avanza en Halley’s Comet y Not My Responsability, con ayuda de su hermano Finneas O’Connell, que provee los sonidos. Joven liberada que prefiere encontrarse a sí misma antes que nada.
Un buen tema para entrar en el disco:
7) Dúo obligado por la cuarentena, palomea espléndidas canciones en el sofá
Gillian Welch & David Rawlings
All the Good Times (Are Past & Gone) (Acony, 2021)
Calificación: 8
A estas alturas ya no es secreto que este disco, que ganó el Grammy al Mejor Album de Folk 2021, fue una buena idea. Baste escuchar la voz de Gillian Welch versionando Oh Babe It Ain’t No Lie, original de Elizabeth Cotten, de 1958, para quedar atrapado por el disco. Luego el productor David Rawlings toma la batuta y canta el clásico de Bob Dylan, Señor, y el escucha tiene la dinámica de este homenaje a la tradición folk estadunidense hecha por folcloristas expertos.
Hasta la grabación se nota imperfecta, hecha bajo las circunstancias más severas de la pandemia, se nota cuando la bonita versión a Abandoned Love de Dylan, con Welch y Rawlings en pleno éxtasis, se corta abruptamente. Emblema de cómo la música sirvió para unir a los pueblos en los primeros momentos de la pandemia, cuando proliferaron los conciertos de cientos artistas en las redes sociales para hacer más llevadera la reclusión, derivaría en más álbumes del genial dúo.
Un buen tema para entrar en el disco:
8) Laura Marling y Mike Lindsay encuentran el nivel justo para sus exploraciones musicales
LUMP
Animal (Chrysalis, 2021)
Calificación: 10
La riqueza en la sencillez, del segundo disco de la banda experimental del productor musical Mike Lindsay, se consolida cuando en la última canción, Phantom Limb, Laura Marling simplemente lee la lista del personal que elaboró el disco, pero la programación y la música transforman el instante en algo cósmico. Esa es la magia de temas como Bloom At Night, donde Marling planta la bandera de su estilo en medio de las rumiaciones de sintetizador de Lindsay.
O Animal, Climb Every Wall y We Cannot Resist, que se revelan ante nosotros de una forma más natural, como temas de pop de avanzada. Como pequeñas islas de invención que van conduciendo al final, con Marling entregando el mayor drama de la obra en Oberon, donde en dos minutos y un final súbito, nos dejan con ganas de más, antes de que comience el beso de despedida que es la mencionada Phantom Limb. Matrimonio hecho en el cielo, que ya no podrá dejar de sacar discos juntos.
Un buen tema para entrar en el disco:
9) Inventivo y tenaz nuevo álbum de Conor Oberst y compañía tras nueve años de silencio
Bright Eyes
Down in the Weeds, Where the World Once Was (Dead Oceans, 2020)
Calificación: 9
Vuelve la voz de Conor Oberst a trasmitir angustia y complejidad y jamás fue tan bienvenida como en el momento del mundo sanando por una pandemia. Parece ser el instante de inspiración para que abra el álbum, con un metarelato, con la voz en completo español de su ex esposa, en Pageturners Rag, que muestra lo que es el disco: el mundo moderno como una suerte de bar en el que se escucharán todas las ideas tras las 10 canciones: trágicas y optimistas.
Dance and Sing, el primer tema del disco, comienza en el desamparo y va avanzando a un canto comunal con la orquesta; uno de los mejores tracks de un disco que recibe colaboración de Flea, el bajista de Red Hot Chili Peppers y el baterista Jon Theodore ex Mars Volta, en Mariana Trench, hábiles disquisiciones a veces espesas, a veces directas, que van avanzando hasta esfumarse de forma épica en el tema final: Comet Song. En mayo, nuevo disco de esta gran banda.
Un buen tema para entrar en el disco:
10) Diagnóstico del mundo pandémico del excepcional Damon Gough
Badly Drawn Boy
Banana Skin Shoes (Awal, 2020)
Calificación: 8
Si bien inicia con la extravagancia que da el nombre al disco, con una excesiva actitud festiva y tan bombástico que parece ajeno a la obra, después se abre el abanico mostrándonos a Damon Gough en todas sus facetas: desde la romántica en I Just Wanna Wish You Happiness, You and Me Against the World, I’ll Do My Best; la profundidad filosófica ante los tiempos: I’m Not Sure What It Is, Note To Self y Fly on the Wall.
Un afán de “sentirse bien”, uniforma estos tracks, “un collage de caos y confusión que reflejan los ridículos tiempos en que vivimos”, como expresó en su momento Gough. No lo parece, pero al final los 14 cortes del disco pintan una personalidad inventiva, poética, y revitalizada, que tras de 10 años, pone su grano de arena en el proceso de sanación del mundo tras de la pandemia. Una obra sencilla que nadie había pedido, pero que no sabíamos que necesitábamos con urgencia.
Un buen tema para entrar en el disco: