Luis Valentín Pérez de los Ángeles, es un migrante que de niño cruzó la frontera con Estados Unidos, a través del desierto a los 13 años para trabajar de lavaplatos y después aprende la gastronomía internacional que lo llevó a convertirse en un chef de reconocimiento internacional en las Vegas Nevadas.
A través de una entrevista, destacó que tuvo que dejar Oaxaca, obligando por las carencias económicas en su familia; antes de partir trabajó de payasito, limpiaparabrisas y hasta vendió chicles en las calles.
Luis Valentín para cumplir sus sueños tuvo que cruzar a pie el desierto de Arizona, travesía que realizó junto con 28 personas por dos días en plena temporada invernal.
Acepta que la gente que lo ayudó a cruzar le dio cobijo en una casa durante una semana por ser menor de edad; hasta que llegue a los Ángeles California y obtiene después de 8 meses, su primer trabajo de lavaplatos.
Tuvieron que pasar varios meses hasta que el chef encargado del restaurante, donde llegó de aprendiz, le dio la oportunidad de empezar a cocinar y aprendió el arte de la comida japonesa.
Por el arte que representaba preparar sushi, aceptó la guía de reconocidos chefs que lo pulieron y le permitieron tener las cualidades para convertirse en chef, antes debió pasar por esfuerzos y sacrificios.
Ante sus cualidades y talento, a los 20 años, llega a convertirse en uno de los chefs ejecutivos de uno de los restaurantes internacionales de mayor prestigio de las Vegas Nevadas.
Después de su éxito decide regresar a su natal Oaxaca, donde es gerente de un restaurante de alta cocina en la zona norte de la ciudad.