A la muy corta edad de ocho años murió en Pachuca Luno, Aseguran que fue por negligencia durante una cirugía. Dicen que a la hora de operar al médico se le pasó la anestesia al practicarle una endodoncia pero la verdad es un misterio.
porque quienes debían protegerlo nunca siquiera informaron que estaba enfermo y hoy que ha fallecido., pues menos.
Cuando Luno llegó era todo un lujo porque niños, jóvenes y aún adultos podían conocer, más allá de las fotos o películas a un tigre de Bengala de carne y hueso. Fue alojado en el denominado Bioparque de Pachuca.
Esas instalaciones, hace años orgullo incluso de los protectores de animales, son administradas por la Presidencia Municipal de la capital hidalguense pero con el correr de los años, la pandemia y los recortes presupuestales el lugar a venido a muy a menos y, junto con él, sus hoy escasos huéspedes..
La muerte de Luno habría ocurrido en junio pasado pero de ella hasta hoy se enteró y la dio a conocer Erika Ortigoza, presidenta de la Fundación Invictus y, en su momento protectora del tigre
Informó que, al parecer, murió por una mala aplicación de anestesia para tratarlo de una endodoncia de uno de sus colmillos. El sedante, de acuerdo a Erika Rodríguez, lo habría administrado una persona inexperta.
Y si no hay información de la muerte, menos aún de la necropsia que se debió haberse aplicado al tigre y de la cual debieron también informar a la Profepa
Y si no hay información de la muerte, menos aún de la necropsia que se debió haberse aplicado al tigre y de la cual debieron también informar a la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa).
La también ex directora de la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre de México, asegura que “Luno” se encontraba en buenas condiciones, “tenía una pequeña fisura en su colmillo que de ninguna forma alteraba su vida”.
Explicó que el tigre de bengala nació a finales de 2012 pero en 2015 escapó de un resguardo en el estado de Guerrero. Y aunque arribó a Pachuca en buenas condiciones de musculo, con el correr de los años el tigre decayó debido a una mala alimentaciónm.
Su otrora imponente aspecto ahora lucía casi famélico. Erika Ortigoza tomó el tema en sus manos y en sólo cien días de 140 kilos pasó a 180 y su estado de salud se volvió a definir su musculatura y pelaje volvió a brillar.
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Así estaba a mediados de diciembre.
Pero en seis meses las cosas cambiaron radicalmente para Luno, quien debió vivir siquiera hasta los 22 años, pesar entre 180 y 250 kilos.
La Presidencia Municipal de Pachuca hizo lo suyo: por negligencia médica y administrativa acabó con luno, el tigre de bengala especie que, por cierto, estará extinta en 50 años.