Por más que diga Claudio X. González, ese junior billonario ocioso, articulador de la coalición opositora de partidos, nadie puede obligar a la gente a reír, bailar, cantar y marchar más de cinco horas bajo un sol inmisericorde. Vi a ancianitos con bastón y busqué con la mirada al vigilante que los observara o amenazara… Seguir leyendo Cuando la marcha de la alegría superó a la del odio