El pesimismo no es opción en el combate a la basura

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Luego del pesimismo, lo más conveniente es ponernos en acción, de lo contrario se corre el riesgo de estar en el mundo solo para sobrevivir. Esta reflexión, vino como recordatorio inmediato después de haber publicado mi entrada anterior de la columna que curiosamente usted lee.

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Esas cifras y ese pesimismo, están por cambiar.

Como investigadora de la basura y los residuos es muy común estar presente en conversaciones y debates sobre por qué sí o por qué no se ejecutan tareas o hábitos concretos para la reducción del problema.

A través de trabajo de campo he logrado identificar conductas y discursos varios. Por ejemplo, hasta 2019 a casi 16% de la población en México no le interesaba separar residuos o les suponía mucho esfuerzo. Y un 6.3% se excusaba diciendo que no sabía cómo hacerlo. Pero a partir de este momento tienes ante tus manos la llave para cambiar, no sé si al mundo, pero sí tu alrededor.

El principio

Aquí no se trata de saber si fue primero el huevo o la gallina, porque a diferencia de los seres vivos, la basura y sus consecuencias fueron causados por la humanidad.

La basura podría no existir, y para transitar a una vida con menos de ella, es eminente nombrar, asumir su presencia y dejarla de esconder.

A todas y todos nos incomoda estar cerca de ella y lo que produce: suciedad, contaminación, malos olores, plagas indeseadas y una lista que abarcaría todo un documento.

La basura como tal no existe, lo voy a repetir y repetir hasta el cansancio: lo que existen son residuos orgánicos e inorgánicos. Y para evitar discutir conceptos, definiciones operativas y debates para la academia, digamos que la basura es la mezcla de ambos residuos, que cuando se combinan se vuelven difíciles de aprovechar y además, crean gases de efecto invernadero, líquidos lixiviados (esa agüita que se aparece a veces cuando sacas la basura) además de contaminar el aire, el agua y la tierra. Sin mencionar que son causantes de problemas económicos, sociales, etc.

Entonces bien, si pensamos en lo que desechamos como residuos y distinguimos los unos de los otros como materia que se puede aprovechar, no importa quién seas, a qué te dediques o cuéles sean tus metas en la vida, supongo que solo quieres vivir bien.

Sea cual sea la opción que decides ideal para ti, al separar y darle un adecuado destino a tus residuos ya estás haciendo economía circular, mejorando tu entorno y haciendo algo por ese anhelo de vivir mejor.

Residuos orgánicos son lo que resulta de frutas y verduras; cáscaras de huevo y restos de café, por ejemplo. Dentro de los residuos inorgánicos se encuentran los plásticos, vidrios, latas y hojalatas, papel y cartón, materia que se genera principalmente en casas, oficinas, restaurantes y escuelas.

¿Y luego qué?

Piensa en la basura y en los residuos como algo que hemos tratado de forma incorrecta la mayoría de las personas durante los últimos años, como un problema que te está afectando también a ti. Porque, déjame decirte que mientras exista basura, de alguna forma todas y todos nos vemos perjudicados.

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Estudios recientes revelan que se han descubierto microplásticos en una gran cantidad de animales marinos alrededor del mundo, en leche materna y sangre humana. Los efectos de estos hallazgos aún no han sido identificados del todo, pero el panorama no parece positivo por cuestiones varias. Y esta es solo una razón de las muchas que se pueden enumerar.

Una vez que separes tus residuos es posible venderlos, donarlos o truequearlos. En el caso de los orgánicos puedes hacer incluso composta o fertilizante natural, tener tu propio huerto y más.

Si quieres saber qué puntos de acopio existen cerca de ti, busca en Google o pregunta a los expertos como CSU (https://www.instagram.com/colectivocsu/).

En internet hay mapas e información al respecto, no te quita mucho tiempo y aunque en un principio te parezca difícil, al poco tiempo te vas a acostumbrar a estos nuevos hábitos.

También puedes encontrar guías impresas para pegar en tus contenedores, para tener tu estación de separación de residuos. No necesitas mucho espacio y los contenedores los puedes hacer inclusive tú. Busca cajas, cubetas, cosas que ya no uses, solo observa lo que tienes a tu alrededor.

Aquí te dejo algunos recursos que puedes imprimir, recuerda usar de preferencia, hojas y material reciclado, no tener miedo a los cambios y listo, por el momento no necesitas más para actuar.

 

plastico

 

Por Sharon E. Miranda Gonsen

Antropóloga social y maestra en Desarrollo Urbano Sustentable. Es especialista en temas sobre residuos sólidos urbanos, basura, consumo y consumo sustentable. Investigadora, activista, divulgadora científica, asesora y conferencista nacional e internacional. Fundadora de Colectivo Sólidos Urbanos (CSU), una plataforma que busca acompañar a la población en general hacía la transición a una vida sin basura. Además de contar con publicaciones en México y Latinoamérica, en 2021 recibió el Premio Estatal a la Innovación con el Colectivo Sólidos Urbanos y ha participado en distintos espacios como el Foro Estatal Gestión Integral de la Basura en Sinaloa, el Foro Empresas Sustentables en la Cámara de Diputados, el Foro Diálogo Nacional sobre empleo verde para las personas jóvenes rumbo a la COP25 en Madrid, España y en la convocatoria Hilando Justicia Climática para la COP26 en Glaswog, Escocia.