Dead Can Dance y los influjos del pasado (1 de 2)

Dead Can Dance y los influjos del pasado

“¿Puedes realmente planear un futuro cuando ya no tienes pasado?”
Amnesia/Dead Can Dance

Como arenga de viejos cae ese verso de Brendan Perry durante uno de los intervalos en Amnesia, que luego conduce a los sintetizadores; a una cúspide que es invocada por la voz de Brendan y el toque obsesivo de una sola de las cuerdas de su mandolina. Ambas parecen emerger de la profundidad de un templo sepultado, de una antigüedad imprecisable.

Desde su comienzo, este track, que forma parte de Anastasis (2012), que hace poco cumplió una década de su aparición, nos muestra uno más de los poemas de Perry, una crítica a la pérdida de la memoria histórica y a la resurrección a través de la palabra griega para el recuerdo: mnemosyne. Invita, en los versos cantados, a abrazar el recuento de la historia para que las futuras generaciones no equivoquen el camino.

La música es como una dramática marcha fúnebre, cantada con cada vez más énfasis trágico por Brendan. La repetición en Amnesia es su principal cualidad conceptual (y un oído atento encontrará que en realidad la repetición no es exactamente eso): dibuja una intensidad cada vez más marcada en los dos sintetizadores y piano que son necesarios para dibujar su robustez melódica.

Con los sonidos electrónicos con los que experimentó el artista en sus álbumes como solista (Eye of the Hunter, 1999 y Ark, 2010), cada vez mejor utilizados para crear aquello que se le da tan bien a esta banda conformada por un británico y una australiana: las atmósferas litúrgicas que transgreden el tiempo y las distancias.

Portada de Anastasis, palabra griega que quiere decir Resurrección, ¡tal como Dead Can Dance en aquel momento!

De hecho, ella, esa suma sacerdotisa, Lisa Gerrard, desaparece discretamente del plano principal, aguarda tras los sintetizadores, para dar paso a otra de esas ensoñaciones de Brendan.

Con cada generación que llega,
otro lapso en la memoria,
las demostraciones de
fallar en aprender de nuestro pasado
Vivimos en un tiempo de sueños
en donde nada parece durar
¿Puedes en realidad planear un futuro
cuando ya no tienes pasado?

Y viene a la mente esa idea de que por toda superioridad que sintamos por nuestra actual civilización y cultura, la de los faraones se extendió por su mundo conocido por cerca de 3,000 años y hoy día sólo quedan visos de su grandeza. La amnesia en efecto.

La música de Amnesia es procedimental, se encarga de dibujar un ánimo, una presencia que el piano y los sintetizadores siempre representarán con vivos colores musicales cuando termina cada intervención del cantante, con los instrumentos de viento procesados en las máquinas (un elemento que distingue satisfactoriamente algunos tracks de Anastasis), manteniendo el drama, dibujando un paso más sobre la línea de no retorno, a ritmo de una batería con mucha personalidad.

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La repetición hace que ejercitemos la memoria, que asimilemos y recordemos cada isla que crea el corte; es un intrincado, pero asimilable ejercicio mental.

Porque Amnesia se encarga de recrudecer una atmósfera sombría como un descenso gradual hacia la oscuridad, hacia la oscuridad que provoca el no saber qué pasó antes y así repetir los mismos errores fatales una y otra vez, sólo por causa del olvido.

Los recuerdos caen de los árboles
Amnesia
Recuerdos
como hojas en el otoño
Amnesia

Brendan, y en el fondo Lisa, son crueles. No nos absuelven de ese viaje al cadalso, nos hacen experimentar (y cuando entendemos su belleza, quererlo repetir incesantemente) esa triste representación del mundo en que no se tiene una idea del rumbo, porque se olvidó el pasado y sus duras enseñanzas, y por lo tanto no puede haber futuro.

Recuerdos, ayúdenme a ver
Recuerdos, libérenme

La música sigue elevando su intensidad. Algunos instrumentos discretamente comienzan a entregarse a una variación sutil, cada vez más dramática, con las cuerdas procesadas en el sintetizador manejando la apoteosis final del tema, un momento en que la música toma posesión elevando el tono definitivo, sepultando el sonido de la mandolina de Brendan que parecía provenir de una antigüedad mítica y un elemento fuera de lugar en la canción. El olvido en efecto.

Lisa y Brendan, un magnífico reencuentro cuando ya nadie esperaba verlos otra vez juntos.
Lisa y Brendan, un magnífico reencuentro cuando ya nadie esperaba verlos otra vez juntos.

Pero a pesar de todo, nos deja en buenos espíritus. Brendan vuelve con un coro que parece ser su buen deseo optimista para las generaciones que se quedarán lidiando con el sinsentido.

Todo mi amor y todos mis besos
Dulce Mnemosyne
Dulce Mnemosyne

Escucha aquí Amnesia de Dead Can Dance:

Finaliza la próxima semana este recuerdo de dos canciones portentosas de Anastasis.

Por Jesús Serrano Aldape

Jesús Serrano Aldape es escritor y periodista, graduado de la UNAM, licenciado en Ciencias de la Comunicación, se tituló con una tesis sobre el Universo Trágico de David Bowie. Le gustan la música, el cine y los videojuegos, el teatro, los deportes y la política, temas de los cuales ha escrito durante 20 años en publicaciones como Trasfondo, Milenio, Replicante, La Mosca en la Pared, entre otras.