A cinco años de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, la relación entre el gobierno y los medios de comunicación ha cambiado; las mañaneras cambiaron el control absoluto sobre el presidente, resaltó Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia.
En una entrevista para un medio digital, expresó que el exmandatario federal, Enrique Peña Nieto, habría externado a López Obrador que los medios de comunicación estaban acostumbrados a gobernar, a tener el control de la agenda someter al presidente en turno.
Sin embargo, todo eso cambio, desde que llegó López obrador, ya que optaron por la absoluta libertad de expresión; que los ciudadanos estuvieran más informados, para analizar y criticar los contenidos de los medios de comunicación y su comportamiento ético.
El vocero de la presidencia de México sostiene que los medios deben estar abierto al diálogo. Destacó que tanto la libertad de expresión como la libertad de información y la libertad de organización, son los tres pilares de la democracia y defiende la democratización de las nuevas tecnologías de comunicación como herramienta clave para el bien de la vida democrática del país.
Jesús Ramírez dejó claro que el gobierno de López Obrador cambió las políticas de comunicación, ya que antes había control extremo de la prensa, de los medios de comunicación, de los comunicadores, de todo lo que se decía del presidente, del gobierno y de las políticas principales.
Asimismo, destacó que cuando llegaron al gobierno federal se encontraron que los medios y sobre todo las televisoras, tenía un gran poder, prácticamente sometieron a los Gobiernos en turno, condicionaron su agenda e impusieron sus intereses.
En pocas palabras, resaltó que los medios informativos estaban acostumbrados a tener el control, a someter al mandatario federal.
Resaltó que al llegar López Obrador con las mañaneras se rompió esa dinámica de controlar al presidente en turno y se pasó a la liberación de intereses y a plantear una agenda temática basada en el interés público y de las mayorías.
Esto originó ahorros por 10 millones de pesos al año, ya que no se invertía en publicidad; no se da este estimulo-castigo a los medios, en función de su línea editorial sino en función de sus audiencias.
Esta relación de la publicidad gubernamental, de la comunicación del gobierno, así como la relación con los medios cambio totalmente, hoy gozamos de una libertad absoluta; yo como coordinador de Comunicación Social, nunca he hecho una llamada a un medio de comunicación, para pedir el cambio de la línea editorial, el cambio de periodista o del conductor o de quien critique o cuestione al gobierno.
Nunca habíamos tenido unos medios de comunicación, tan abiertamente opositores o críticos del gobierno, cosa que está bien, pero antes todo eso era materia de una pelea con dinero y con intereses económicos y políticos tras bambalinas, hoy no, hoy es abierto.
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Lo único que pedimos, y por eso les molesta las réplicas en la mañanera o la sección de “Quién es quién en las mentiras de la semana”, es el hecho de que señalemos que hay una manipulación informática, que se miente, qué hay noticias falsas que se difunden y que se hace con irresponsabilidad. Hoy no hay impunidad declarativa ni impunidad informativa.