Queridos lectores: como siempre, les agradecemos por interesarse en cada nuevo número que les presentamos de Trasfondo. Un proyecto que se ha consolidado gracias a la dedicación del equipo de profesionales que lo hace posible y, desde luego, a ustedes, por considerar nuestro trabajo una opción informativa.
En nuestra portada, les traemos un texto sobre la segunda parte del gabinete con el que el ahora gobernador electo, Salomón Jara, tomará las riendas de Oaxaca a partir del 1 de diciembre. Durante la presentación, el pasado 13 de noviembre, destacó que cada uno de sus integrantes contribuirán con empeño al tan ansiado florecimiento en el estado.
Entre los nombramientos quedó pendiente la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, pero se informó que dentro de pocos días dará a conocer quién será el próximo o próxima titular. El pasado 9 de noviembre Jara dio a conocer a los primeros doce funcionarios que integrarán su gabinete, así que, con este segundo anuncio, ya está el equipo completo para comenzar con la transformación en Oaxaca.
Además, les ofrecemos una nota sobre la ominosa historia del Instituto Nacional Electoral, INE (antes IFE) que, desde su creación, en 1990, ha estado al servicio del poder. Ahora, la oposición se niega a que toquen a la institución con el pétalo de una reforma que, aseguran, es regresiva. Se trata, es evidente, de un asunto político en donde la democracia no tiene cabida.
En materia cultural, les compartimos un texto sobre una faceta poco conocida del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo (1902-2002): la que desarrolló en la industria fílmica nacional de 1943 a 1959. Y menos conocida aún es la relación laboral que sostuvo con el cineasta Luis Buñuel en su película Nazarín, pese a que esto no era realmente una incógnita, pues su nombre aparece en los créditos del filme, estrenado en 1959.
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