Por fin este viernes Leo Messi confirmó que se queda en el Barcelona.
“Jamás iría a juicio contra el club de mi vida, así que me voy a quedar”, expresó en una entrevista en Goal.com.
En las últimas dos semanas Messi pidió irse del Barcelona, llamó a Guardiola para jugar en el Manchester City, envió dos burofax al Barça, no se presentó a los entrenamientos y, finalmente, optó por finalizar su contrato en el Camp Nou, que expira en 2021.
Como ya le sucedió en 2014 y en 2016, Messi sigue en el Camp Nou. Pero, esta vez, como nunca antes, tuvo en vilo al barcelonismo después de intentar marcharse y estar convencido de ello, pero no poder ejecutar su salida con garantías de que el asunto fuera a desembocar en un lío judicial.
Messi entendía que una cláusula de su contrato le pedía marcharse gratis este verano, y así lo comunicó al club por burofax, pero el Barcelona entendía que debía haber ejecutado esa opción antes del 10 junio, como aseguran que figura en el contrato firmado en 2017, y que por tanto para salir debía abonar los 700 millones de cláusula.
«Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo el me dio todo y yo le di todo»
El futbolista sostenía que podía acogerse a esa libertad a partir del 23 de agosto, cuando concluyó la temporada con la final de la Champions. Esa guerra, un lío judicial al que no quería verse abocado ningún club comprador, es la que ha desembocado en que Messi no pueda salir del Camp Nou.
“Ahora voy a seguir en el club porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio. Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo desde que llegué, es el club de mi vida, tengo hecha aquí mi vida, el Barça me dio todo y yo le di todo, jamás se me pasó por la cabeza llevar al Barça a juicio”, explicó el capitán del Barcelona.