Un hombre, ciego de nacimiento, quiso saber qué aspecto tenía el sol, y pidió que se lo describieran.
-El sol es como este disco de bronce -le explicó alguien golpeando un batintín.
Pasado un tiempo, el ciego oyó sonar una campana y creyó que ese sonido provenía del sol.
Otro le dijo:
-El sol brilla como un cirio.
El ciego cogió el cirio entre sus manos y estudió su forma.
Un día, cogió una flauta y creyó que tomaba al sol.
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Muchas son las diferencias entre una campana, una flauta y el sol, pero el ciego no podía saberlas, pues había adquirido sus conocimientos por las palabras de otros.