Y llegado el momento, los oboes se entrelazan cual cadenas y danzan de un lado a otro sugiriendo que en el cautiverio del hijo del hombre está representada la libertad para el resto de la humanidad. La primera aria de La Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach (Eisenach,1685-Leipzig, 1750) es la presentación de lo que será en método su primera gran obra, que coronaba el ciclo anual de cantatas litúrgicas del músico alemán.
‘Von den Stricken’, interpretada por el contratenor Christopher Lowrey:
Compuesta y pensada para tocarse en su primera parte antes de la misa del Good Friday (o Viernes Santo) de 1724, y la segunda después del sermón, Bach ideó una estructura en que la narración de los sucesos se realiza como recitativo por un narrador o evangelista y en forma calculada propone un alto al escucha para reflexionar por medio de las formas musicales, —que van desde arias, corales, sarabandas, canción al estilo italiano y minuetos—, los sucesos acaecidos hasta ese entonces, para dar especial énfasis a ciertos temas de la posterior homilía.
Tal método parece basarse en los preceptos luteranos en que primero se lee la Biblia, luego se medita sobre el pasaje y finalmente se reza, en ese orden. Y Bach otorga una precisa forma musical que se corresponde en el texto, pero cuya música vuela en formas que los jerarcas de la iglesia de aquel tiempo le habían prohibido utilizar.
El relato es tomado a partir de la aprehensión de Cristo y Von den Stricken (Sólo me salvaré si), es ese primer alto en el camino para reflexionar, una aria para tenor contralto que sigue los conocidos sucesos en el huerto de Getsemaní.
En el siglo XX hubo muchas críticas al hecho de que Bach situó dos de sus arias en el comienzo de La Pasión según San Juan, separadas sólo por un pequeño puente musical y una narración prácticamente incidental del evangelista, antes de comenzar la segunda aria para soprano, Ich folge (También yo te seguiré); en un movimiento en que Bach une casi de inmediato la congoja de contemplar al Cristo apresado rumbo al tribunal del Sanedrín, con el júbilo de seguir sus enseñanzas toda una vida.
La hermosa Ich folge, aria que sigue casi de inmediato a Von den Stricken:
Según el músico y autor John Eliot Gardiner, en Bach: Music in the Castle of Heaven, Bach estructuró la obra de acuerdo a las diez lecturas que le dio el teólogo pietista August Hermann Francke (1663-1727), que habían sido publicadas en 1716.
Dichos escritos señalan el momento en que Caifás le advierte a los judíos que un hombre debe morir por la gente, de esa forma Francke contrapone la maldad de Caifás al sacrificio espiritual de Cristo por la otredad.
“Bach inserta su primera y muy personal aria en este lapso, una descripción de Jesús siendo atado ‘por las cuerdas de mi pecado’, con el fin de ‘desatarme’ y ‘sanarme en plenitud’, apunta Gardiner.
Sólo me salvaré si rompo las cadenas del mal; y Él dejándose atormentar, será mi salvación, canta el tenor y Bach alarga las líneas en conjunción de la música hasta que el contralto alcanza su tono en el clímax de la pieza y llega a ello siguiendo las indicaciones del Thomascantor de la iglesia de Leipzig, probablemente dirigiendo mientras tocaba el harpsicordio; una meta anunciada ya por el motivo inicial de la melodía.
Y el motivo de la pieza, que es: ‘para salvarme de las ataduras de mi pecado, mi salvador ha sido atado’, se traslada con gran simetría al lenguaje musical, un motif que es notable en el uso de la repetición o ritornello inicial sobre el cual se establece un enlace entre las dos líneas de oboes que corren paralelos a la música y el canto.
Ese enlace bien puede asemejar ‘el cautiverio’, “en lo que los alemanes llaman el estilo gebundener (unido)”, explica Gardiner, con un segundo oboe respondido por un primero disminuido; ambos atados, (nótese la significación de esos términos con la idea de la aprehensión, de atar a Cristo), sobre las líneas de la armonía.
“Claramente Bach presta poca atención a su promesa (a los jerarcas religiosos alemanes), de no componer música ‘operística’, y vio las vísperas del Good Friday, con su semi litúrgica música de la Pasión, como una oportunidad perfecta para mostrar su habilidad para componer y como director musical de la iglesia de Leipzig”, escribió el musicólogo Pieter Dirksen en su ensayo The Earliest Version of Bach’s St. John Passion.
Disfrute aquí La Pasión según San Juan de Johann Sebastian Bach, completa:
Tanto Von den Stricken, como en la segunda parte de la Pasión Es ist vollbracht! (¡Todo se ha consumado!), que narra la última exhalación de Cristo en la cruz, son arias para tenor contralto y esa relación no ha pasado desapercibida por los estudiosos, en donde el sacrificio máximo de aceptar el cautiverio se une al final a esa última escena del Cristo clavado en el madero, persiguiendo una figura de ciclo en el desarrollo de esos dos acontecimientos, substituyendo los dos oboes de la primera aria con el sonido melancólico de la viola da gamba. Una pieza que conoceremos en otra ocasión aquí, en Trasfondo.
Lea aquí una traducción al español de La Pasión según San Juan: