Siete, diez, cincuenta años de basura

Siete, diez, cincuenta años de basura

El hecho social total

Mis inicios como basuróloga se dan por la curiosidad sobre el consumo. Desde mi formación, me interesaba entender más sobre el uso. Y el uso me llevó al desecho. Así he ido encontrando breves respuestas sobre lo que somos y hemos sido como humanidad.

Lo que dice la ciencia

Aunque todavía hay un largo camino por recorrer sobre su concepto, su teoría y realidad, hay certeza de que este hecho ha revolucionado nuestras vidas. Tan así que parte de las necesidades, noción que también ha sido discutida particularmente en los últimos siglos. Sobre todo porque las necesidades fueron vistas de manera distinta mientras la industrialización y los modelos económicos y de producción se fueron fortaleciendo. Es indiscutible que la humanidad tiene una serie de ellas, necesidades materiales y no materiales, de subsistencia básica y demás. Las cuales determinan qué, cómo y cuándo se va a consumir.

Así, el consumo se convierte en algo inevitable porque lo hacemos para satisfacer necesidades, el punto radica en que cada necesidad varía según la persona, el lugar y un sin fin de cuestiones que podríamos enlistar. Se tiene entonces que el consumo es un hecho social total, como lo dijo el antropólogo Marcel Mauss.

Foto de Sharon E. Miranda Gonsen
Foto de Sharon E. Miranda Gonsen

Necesidades y consumo ¿quién soy?

A veces las historias empiezan de atrás para adelante, a veces de adelante para atrás, y esta es una de ellas. Y es que antes de ser basuróloga, antropóloga y mientras me formaba como la persona que soy hoy, me gustaba jugar a ser detective, exploradora, investigar. Agatha Christie fue la mujer que me enseñó a ver el mundo como un caso policiaco, al que hay que observar detenidamente para encontrar las pistas. Por lo que, el descubrir hallazgos y obtener respuestas a través de los desechos confirmó la vocación por lo que hago. Cada objeto es una señal de lo que es, de lo que somos y de lo que seremos.

Sin duda el entender sobre, cómo esos objetos vienen de una serie de necesidades, condicionamientos y realidades; de porque su consumo marca una clara relación con la situación global y local y sobre todo, porque tienen determinado final convierte fascinador el mundo de la basura y la investigación.

Siete días…

Antes no lo sabía, pero adentrarse en esas bolsas oscuras es conocer a las personas. ¿Por eso son negras? ¿Por eso la gente las oculta? ¿Por eso la basura se asocia con algo repugnante?

Es muy interesante y por eso en este universo exploramos, nos hacemos preguntas y experimentamos. ¿Qué pasa si por siete días coexistes con lo que generas? ¿Qué pasa si la dejas contigo por más tiempo del habitual? Si no te puedes deshacer de ella ¿Qué hay de ti en la basura?

Pensar en eso es un gran ejercicio y ayuda a comprender cosas, ya no se diga de la sociedad, todavía de nosotros como personas. Y como muestra, se tiene por ejemplo, el trabajo del fotógrafo norteamericano Gregg Segal, quien precisamente aborda la temática del consumo y los desechos. Así, en su serie “7 días de basura”, presenta una colección que puede interpretarse desde muchos ángulos.

el consumo se convierte en algo inevitable porque lo hacemos para satisfacer necesidades, el punto radica en que cada necesidad varía según la persona
Sitio Gregg Segal:      https://www.greggsegal.com/

Se observan familias tradicionales, adultos mayores, parejas jóvenes, matrimonios de diferentes edades con hijos e hijas, jóvenes. Hay comida rápida, multiculturalidad, tendencias, imágenes de grandes corporaciones, ofertas, desperdicios, facturas, huellas de vidas, testimonios, cronologías, quizás secretos.

¿Qué nos dice de una sociedad que en casi todas sus imágenes se encuentran rastros de pizza? ¿Por qué todo es desechable? Todo eso y más se puede leer entre lo que se oculta, se tira.

Decenas de años…

Ello, como estudiosa del tema me parece no sólo atractivo sino también útil. Ver tales retratos y buscar crear perfiles y análisis sobre las y los individuos y sus identidades, hábitos y formas de vivir. Lo he venido haciendo de manera experimental e intuitiva y cada día tengo más certeza sobre los argumentos acerca de su importancia. Lo más relevante es que hace no mucho empecé a descubrir una ola de antecesores y encontré algo que no solo necesitaba, también deseaba.

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La arqueología de la basura ha sido estudiada de manera relevante por lo menos desde los años setentas. Existen documentos desde Argentina hasta Estados Unidos de Norteamerica donde se utilizan métodos de una importante ciencia como esa. No buscamos ponernos académicos aquí, pero descubrir esas pistas a lo detectivesco, con lo que se usa y se desecha, solo refuerza las ganas por seguir empoderando el tema.

Eso han hecho Segal, Rathje y un gran equipo, de investigadoras, investigadores y basurólogos. Inclusive yo, con el estudio en proceso en el estado de Sinaloa, donde se han desenterrado objetos que quedan como rastro de lo que era. Un registro de decenas de años que puede decir quienes estuvieron ahí, como respondían a ciertas necesidades y cómo consumían en tiempos pasados. O presentes.

Pero de eso, podemos reflexionar después.

Foto de Sharon E. Miranda Gonsen
Foto de Sharon E. Miranda Gonsen

Por Sharon E. Miranda Gonsen

Antropóloga social y maestra en Desarrollo Urbano Sustentable. Es especialista en temas sobre residuos sólidos urbanos, basura, consumo y consumo sustentable. Investigadora, activista, divulgadora científica, asesora y conferencista nacional e internacional. Fundadora de Colectivo Sólidos Urbanos (CSU), una plataforma que busca acompañar a la población en general hacía la transición a una vida sin basura. Además de contar con publicaciones en México y Latinoamérica, en 2021 recibió el Premio Estatal a la Innovación con el Colectivo Sólidos Urbanos y ha participado en distintos espacios como el Foro Estatal Gestión Integral de la Basura en Sinaloa, el Foro Empresas Sustentables en la Cámara de Diputados, el Foro Diálogo Nacional sobre empleo verde para las personas jóvenes rumbo a la COP25 en Madrid, España y en la convocatoria Hilando Justicia Climática para la COP26 en Glaswog, Escocia.