“He estado trabajando aquí, el lunes, será un año
y no puedo recordar un día en el que no quisiera desaparecer”
Jason Isbell / If It Takes a Lifetime
Desde el inicio de Something More Than Free (2015), Jason Isbell nos ensarta entre ceja y ceja ese tipo de canción pastoral, con una honestidad y sencillez transparente, justa para hablarle al hombre común.
Pero es ese comienzo en If It Takes a Lifetime el que sienta las fundaciones del disco, de sus historias de almas que estaban extraviadas pero que comienzan a ver un nuevo camino. Es la canción más ordinaria del álbum, es una pequeña joyita, pero es claro que, si el resto de las canciones fuera similar musicalmente, la obra no sería destacable.
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Luego de la primera canción, se hace cada vez más compleja esa idea que flotaba con tanta belleza en el primer corte, con la impresionante declamatoria en 24 Frames, a la observación social, intimista y meticulosa de Flagship y las, en mi opinión, cúspides creativas del disco: How To Forget y Children of Children.
Pero antes, Isbell nos permite asimilarlo. Con gran psicología introduce el tema más “inofensivo” al principio, para amarrarnos y luego irle dando diversidad al discurso. Un deleite en verdad.
Pero seguiré viniendo, empeñado en crecer
aunque tome toda la vida
If It Takes a Lifetime es el tema más optimista del disco, un auténtico dulce de canción. Un sencillo cantado con anticipación, un gran hit en espera de ser revalorado.
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Es esa candidez de la canción country, demasiado jovial y esperanzadora. Con los coros en el fondo acompañando todo el tiempo, con los gimmicks listos a emerger en el mejor momento, con las guitarras acústicas y el bajo acompañando como en un lindo cuento la voz alegre de Isbell, y el violín de su amor, Amanda Shires, marcando el paso de la canción y luego llevándola a su clímax. Y la guitarra eléctrica de Sadler Vaden tocando exactamente lo que se espera de ella en el momento preciso, todo un placer sónico.
Estoy muy lejos de donde crecí, y olvidé de dónde vengo,
y la línea entre lo bueno y lo equivocado es tan fina/
Bueno, creo que la carretera me ama,
pero ella me golpea como a un tambor
mi día llegará, aunque tome toda una vida
Es situarnos justo en medio de lo que será el disco, con las historias de cada canción relatando vidas de personas en busca de algún tipo de redención. Personas que estuvieron expuestas a un dolor severo que quieren dejar atrás para comenzar de nuevo, tal como el propio Jason, cuyo alcoholismo y drogadicción lo llevaron a extremos que estuvieron a punto de terminar con su vida.
Un hombre es un producto de toda la gente que ha amado
y yo no establezco diferencia en cómo terminó;
si te amé una vez mi amiga, oh, puedo hacerlo otra vez,
aunque tome una vida
Es ese optimismo bien intencionado detrás de historias de vida difíciles, que luego encontraremos a su manera en el tema que da título al disco, Something More Than Free, o en forma más dramática en The Life You Choose, o en el apacible cierre de To a Band That I Loved, y uno no puede evitar pensar que se lo compuso a sus ex compañeros de Drive By Truckers, como una suerte de disculpa posterior por haber sido un imbécil y haber perdido la oportunidad de seguir en esa gran banda.
Es como el hombre renovado que habla a otros de la vida que encontró después, cuando ya pensaba que nada le esperaba. Esa es la magia de este disco de Jason Isbell, una obra que recordamos con cariño esta semana.
Nuestro día llegará, aunque tome una vida
Gracias por acompañarnos en este homenaje a Jason Isbell. Los esperamos el próximo martes con otro Tónico Sónico.