Valle de Bravo es uno de doce pueblos mágicos en el Estado de México; desde hace varias décadas se considera como un lugar de descanso por su belleza natural enclavada entre las montañas, además, es idóneo para practicar deportes acuáticos y extremos.
Este pueblito, que recibe su nombre por San Francisco del Valle y por el general don Nicolás Bravo, es de estilo colonial y su ubicación en lo alto de las montañas, conforma una armonía ecosistémica que brinda a los visitantes una experiencia de aventura, ya que cuenta con rincones naturales de ensueño, recintos antiguos y espacios para encontrar la paz.
El principal atractivo de Valle de Bravo es la laguna, donde se practican diversos deportes acuáticos como es la pesca y Jetsurf, Este último, sobre una tabla de surf motorizada ultraligera podrás hacer hazañas sobre el agua.
Pero también, la montaña es idónea para practicar ciclismo de montaña, motociclismo de campo traviesa, parapentes y equitación.
Pero para quienes gustan de la tranquilidad pueden caminar por sus calles empedradas y admirar las casas de adobe con tejas rojas que dan un encanto a este pueblito. En sus alrededores encontrarás artesanías y restaurantes.
Asimismo, se puede visitar el embarcadero y el lago de Valle de Bravo, así como el mercado de las artesanías.
Si subes al Cerro de la Cruz, podrás apreciar Valle de Bravo desde una perspectiva diferente, y si la adrenalina te acompaña puedes hacer de tu experiencia algo más más emocionante, lánzate desde un parapente o ala delta.
Y si buscas paz y espiritualidad, pasea por el Barrio de Santa María Ahuacatlán, y visita la Parroquia de San Francisco de Asís, que data del siglo XVI, y la Capilla de Santa María que alberga al Cristo Negro, considerado milagroso.
También visita la Casa de Oración Carmen Maranatha, en este santuario podrás realizar meditaciones y retiros espirituales, además, podrás apreciar interesantes pinturas y esculturas.
Si quieres conocer la historia de Valle de Bravo, visita el Museo Arqueológico, este alberga piezas de las comunidades prehispánicas que habitaron la zona de Teotihuacán, Tlalpizáhuac, Malinalco, Calixtlahuaca, entre otros.
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Otro gran atractivo natural en Valle de Bravo es la cascada Velo de Novia, que tiene una caía de 35 metros, la cual está rodeada de bosque. Este lugar es idóneo para practicar ciclismo de montaña y senderismo. A 10 minutos de ahí está la Cascada Río del Molino, ideal para hacer un picnic o practicar kayak en la cascada Refugio del Salto.
Y Por último, visita el Santuario de la Mariposa Monarca, este recibe cada año a esta especie que viaja desde Canadá. Un espectáculo natural que no te puedes perder si viajas de noviembre a marzo.
