Uno de los pegamentos más poderosos para el Frente Amplio por México en Nuevo León, es el gobernador Samuel García. La persecución contra legisladores y alcaldes del PRI, PAN y PRD, han hecho que quienes fueron adversarios en el pasado se unan y más allá de contextos solo pragmáticos.
El mandatario quiere mayoría en el congreso del Estado. Tiene 11 legisladores (seis de MC) que lo respaldan. Es el número al que ha llegado luego de renuncias, cooptación de suplentes y ofrecimiento de cargos. Le faltan para lograr sus objetivos, porque la legislatura está integrada por 42 diputados.
Para García, añadir más adhesiones a su causa, es indispensable para que pueda solicitar licencia para contender por la presidencia de la República. Como están las cosas solo podría hacerlo renunciando al cargo de modo definitivo.
En los últimos meses los amagos no han parado. Hace apenas unos días pidió licencia definitiva la panista Alhinna Vargas, quien tuvo un preinfarto y optó por poner distancia de la política. Algo similar le ocurrió a Fernando Adame, quien se fue del Congreso local con todo y suplente, su hermana María Amparo Adame. En su mensaje deslizó que prefería concentrarse en Linares, donde ya fungió como alcalde.
Lo que está ocurriendo no es juego. La legisladora priista, Perla Villarreal, ha sufrido 250 actos de molestia, es decir, presiones de todo tipo y entre ellas las de vistas constantes de servidores públicos de las secretarías de Trabajo, Salud, Medio Ambiente y Protección Civil que, acompañados por la Fuerza Civil, han clausurado negocios de su familia.
Villarreal afirma que, si utilizara un violentometro, respecto a lo que le sucede, ya se han superado todos los parámetros. Para ella es claro que se trata de violencia política en razón de género.
En su momento obtuvo una orden de restricción, pero el tema se encuentra en la Suprema Corte, donde los ministros definirán el fondo del asunto.
Presentó una queja en la CNDH, pero rechazaron su petición en tan solo cinco días. Una velocidad inusitada en una institución en la que no suele correr prisa.
Ante esta situación, Villarreal solo espera agotar los recursos internos para presentar una denuncia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El respaldo de Morena al gobernante neoleonés también ha significado rupturas internas. Es el caso de la diputada Jessica Martínez, quien llegó con la bandera de la 4T y en marzo de este año se integró a la bancada del PRI.
Su inconformidad proviene desde noviembre de 2022, cuando el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, Clara Luz Flores y Héctor Gutiérrez de la Garza pactaron con Samuel García.
Para Martínez, se rompió la coherencia de un movimiento en el que participó desde su fundación, ya que no ve en Samuel García nada que embone con una política progresista.
Exigió que se resolviera el caso de Ángel Moreno, un niño que murió en las instalaciones del DIF y no obtuvo respuesta alguna.
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Las diputadas de Nuevo León determinaron no guardar silencio y contribuir así a mejorar la política, donde el respeto al que piensa distinto sea parte de la normalidad y no motivo de persecución.
Algo parece seguro, el FAM se mantendrá unido y va a significar un serio competidor en 2027, cuando se renueve la gubernatura. Será inédito, porque el PRI y el PAN, las dos fuerzas políticas más poderosas en la región irán de la mano, lo que, aunque sea en parte, es también responsabilidad del gobernador García.