A medida que las cadenas de televisión y las compañías de transmisión se inclinan hacia la promesa de reiniciar las queridas franquicias (con bases de fanáticos establecidas), tal vez ninguna serie esté tan preparada y lista para ser revisada como «Quantum Leap«, o bien, «Viajeros en el tiempo».
Creada por Donald P. Bellisario, la serie original se emitió durante cinco temporadas entre 1989 y 1993, protagonizada por Scott Bakula como el Dr. Sam Beckett, la serie era oficialmente un drama de ciencia ficción, pero también presentaba una mezcla de humor, romance y comentarios sociales y el recién fallecido Dean Stockwell como su principal acompañante.
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Operando sobre la misma premisa que el original, el muy promocionado reinicio de «Quantum Leap» busca recuperar esa cualidad de doblar el género, con resultados mixtos. Para bien o para mal, el reinicio está saltando directamente sobre los faldones del original y retomando donde lo dejó. En la serie de 1989, el Dr. Sam Beckett estaba trabajando en una máquina del tiempo cuando hizo algo inesperado. Amenazado con la pérdida de fondos, Beckett saltó a un acelerador de partículas no probado, que lo hizo retroceder en el tiempo. Excepto que Beckett no solo viajó en el tiempo; él «saltó» al cuerpo de otra persona en el pasado, y la única forma de «saltar» fuera de esa persona era rectificar algún error en la vida de esa persona. La premisa llevó a Quantum Leap durante cinco temporadas hasta el episodio final cuando una tarjeta final le dijo al público que «el Dr. Sam Beckett nunca regresó a casa».
A medida que se abre el reinicio, un equipo ha revivido el Proyecto Quantum Leap de Beckett y está buscando encontrar las fallas que hicieron que Beckett se perdiera para siempre en el espacio-tiempo. El equipo está dirigido por el físico Dr. Ben Song (Raymond Lee). Junto al Dr. Song está Addison Augustine (Caitlin Bassett), una ex oficial de inteligencia del ejército. Addison se le aparece a Song en el pasado como un holograma y lo guía a través de sus tareas. Dirigido por el jefe Herbert «Magic» Williams, interpretado por Ernie Hudson, el equipo también incluye a Mason Alexander Park de «The Sandman» como Ian Wright, un programador informático no binario, y Nanrisa Lee como Jenn Chou, la especialista en seguridad del proyecto.
El episodio 1, «13 de julio de 1985», muestra cómo el Dr. Song hace lo mismo que hizo el Dr. Beckett hace años, saltar al acelerador de partículas no probado y perderse en el tiempo. Por supuesto, eso parecía una idea terriblemente mala, especialmente dado el precedente fallido de Beckett. Por esa razón, el piloto del reinicio fue un poco artificial. Se ha hecho antes, con la misma máquina y los mismos defectos de diseño. Básicamente, la narrativa repetida del Episodio 1 se siente demasiado como un déjà vu. Por supuesto, a algunos espectadores les puede gustar la premisa probada del reinicio.
Como dice una grabación del Dr. Song cerca del final del Episodio 1, tenía una razón importante para «saltar» al pasado. Excepto que su yo en el pasado no puede recordar esa razón. Entonces, mientras el equipo del Dr. Song está tratando de traerlo de regreso al presente, los espectadores se preguntarán por qué arriesgó su vida al «saltar» hacia atrás. En cierto modo, el reinicio se siente como si estuviera jugando hacia un final. Todos (dentro y fuera de la serie) quieren saber qué le sucedió al Dr. Sam Beckett, y la única forma de resolver ese misterio será encontrar la manera de llevar al Dr. Song a casa. La pregunta es si el reinicio podrá hacer que los espectadores se intersen lo suficiente por los nuevos personajes y sus viajes o si el final eclipsará todo lo demás.
Los espectadores que quizás no hayan visto la versión original y hayan disfrutado la química entre Bakula y Stockwell, no la encontrarán entre Lee y Bassett, aunque todavía no conocemos sus historias completas. y la escritura podría usar algo de empuje (hay algunas frases ingeniosas esparcidas aquí y allá). Los actores secundarios, particularmente Park, agregan un elemento fresco al espectáculo, que debe echarle ganas, si va a tener éxito a largo plazo.
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