Ms. Marvel, el heroísmo es cosa de todos

La sorpresa de la más reciente serie de Disney+, es que ha ido encontrando un público pese a ir en contra de las convenciones que la misma Marvel Studios había creado en su momento (hace casi quince años) para tener un público cautivo: ‘Ms. Marvel’ es una serie protagonizada por una mujer y con un sentido de aventura innato y sensible, lo que no había buscado anteriormente (tratando de ganarse a un público principalmente formado por muchachos, y futuros INCELS); y si bien el público tradicional de productos de superhéroes no está muy contento porque se trata de un producto más “femenino” (y existe una regla no escrita acerca de que esta clase de productos son “para chavos”), lo cierto es que se trata del mejor producto que ha sacado Marvel desde ‘Wanda/Vision’ surgido en 2020.

Tomando su nombre de la versión original del personaje de la Capitana Marvel (la serie ‘Ms. Marvel’, creada por Roy Thomas, Gerry Conway y John Buscema debutó en 1977 con Carol Danvers, un antiguo personaje de soporte -la consabida “novia de”- de la serie ‘Captain Marvel’, que descubría que tenía poderes, pero no sabía que era una superheroína. Esta creación fue a orden de Stan Lee que veía con horror que el éxito de la serie de TV ‘Wonder Woman’ generaba mucho dinero a sus rivales de DC y ellos no habían tenido nunca una revista con una supermujer al frente, porque Lee solo creaba superheroínas como ornato, con poderes poco originales, porque Lee no supo nunca qué hacer con un personaje femenino, al punto de que, cuando crecían demasiado o las casaba -como a la Mujer Invisible– o las mataba -¿recuerdan lo que fue de Gwen Stacy?-), la serie tiene los pies muy bien puestos en el mundo y la mitología del MCU.

Su personaje principal es la sensacional y vivaz Kamala Khan (una sorprendente Iman Vellani), una adolescente paquistaní-estadounidense que vive en Nueva Jersey con sus padres Muneeba (Zenobia Shroff) y Yusuf (Mohan Kapur) y su hermano mayor Aamir (Saagar Shaikh). Como es natural, Kamala es una descarada fanática de los Vengadores. Al comienzo del primer episodio, el logotipo familiar de Marvel Studios se transforma en figuras animadas de superhéroes dibujados por Kamala mientras habla sobre su amor desmedido por Carol Danvers, también conocida como Capitana Marvel (en el MCU es interpretada por Brie Larson, la ganadora de un Oscar por la sobrevaloradísima ‘Room’), que es la superheroína más famosa de la historia (algo que ya vimos establecerse en ‘Capitana Marvel’ y en ‘Avengers Endgame’ y que sirve para abrir el terreno para la futura cinta ‘The Marvels’, que reunirá a ambas).

El principal conflicto del estreno de la serie es si sus padres, que son amoroso, comprensivos, pero realistas, permitirán que Kamala vaya con su mejor amigo Bruno (Matt Lintz) a la primera AvengerCon en Camp Lehigh (que para quienes no lo sepan, es la base militar donde Steve Rogers se entrenó como soldado en ‘Capitán América’). Es algo que parece ordinario, pero que tiene mucha sustancia y consigue un trabajo sólido al establecer a Kamala, su familia, sus amigos (también incluye a Yasmeen Fletcher como la mejor amiga de Kamala, Nakia) y la comunidad musulmana local, que los vínculos de MCU pueden sentirse casi como que no vienen al caso.

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Bisha K. Ali y los otros escritores a cargo del desarrollo de la serie, han elaborado una historia convincente, inteligente, divertida y conmovedora sobre la mayoría de edad, y encontraron una estrella joven excelente para encarnarla en Iman Vellani. Es un caso clásico de cómo los narradores pretenden convertir lo específico en universal y lo universal en específico. De alguna manera, el deseo de independencia de Kamala y de perseguir sueños diferentes a los que sus padres tienen para ella es familiar de tantos cuentos adolescentes similares. Y la escritura, la dirección (el estreno está a cargo del dúo belga conocido como Adil & Bilall) y las actuaciones agregan matices que en los mejores momentos de la serie evocan clásicos del género, como ‘My So-Called Life’ o ‘Blossom’ y hasta ‘Beverly Hills, 90210’ en sus primeras temporadas, antes de que se volviera una telenovela neurótica.

Al mismo tiempo, cada uno de esos conflictos está tan influenciado por la herencia de Kamala y su fe, que ‘Ms. Marvel’ se siente distinta de casi todo lo demás en la televisión. En el segundo episodio, la familia invita a cenar a la prometida de Aamir, Tyesha (Travina Springer), una musulmana negra que aún está aprendiendo sobre el árbol genealógico de sus futuros suegros. Kamala, casualmente, ha desarrollado un interés renovado en la vida de su abuela y bisabuela después de descubrir que puede haber obtenido superpoderes de una reliquia familiar (parte de los misterios que plantea la serie).

La conversación gira en torno a un evento histórico muy importante: la Partición, el momento en 1947 cuando, ante la caída del Raj británico, la India y Pakistán se dividieron en naciones separadas, lo que dio inicio a un período de intensa violencia (que aún sigue), conflictos y familias abruptamente divididas por esta nueva frontera. La escena ofrece solo una explicación superficial de la Partición, porque todos en la sala (incluida Tyesha) ya saben qué es el conflicto, sin embargo, el tema agrega un peso enorme a lo que de otro modo sería una exposición rutinaria en el viaje de superhéroe de Kamala, y en un manera que no se siente gratuita, sino que tiene importancia para el espectador casual que ha aprendido algo nuevo.

Incluso el amor de Kamala por el cosplay de los Vengadores por sí solo funciona bien como su versión de la rebelión juvenil. El estilo visual de la serie está a la altura de la imaginación de su personaje principal, quien no solo dibuja y hace vlogs sobre los Vengadores, sino que sus intercambios de texto con Bruno y Nakia se presentan como parte de su mundo cotidiano: mensajes pintados en la calle mientras camina hacia la escuela, o escritos con las muchas luces centelleantes de su habitación. — y los grafitti y los letreros de las calles cobran vida cuando Kamala pasa junto a ellos, siendo parte del mensaje.

No es difícil imaginar una versión de la serie que tenga lugar en el MCU pero que presentara todo esto desde un punto de vista puramente civil. Pero como ha sido el caso en Marvel Comics durante casi una década, Kamala está destinada a cosas más grandes, literalmente a veces, debido a la naturaleza de sus poderes, y por eso ‘Ms. Marvel’ tiene que entretejer la existencia adolescente y los detalles culturales en torno a establecerla como una heroína que algún día podría combatir codo a codo con la verdadera Carol Danvers, en lugar de simplemente usar un facsímil de su disfraz ochentero para AvengerCon.

En general, esa dinámica hace que los primeros capítulos de esta serie se sientan como una encarnación del meme del novio distraído: pensabas que estabas feliz con una historia de origen de superhéroes hasta que este drama adolescente pasó. En los cómics, Kamala descubre que tiene una relación lejana con los Inhumanos (quizás los recuerdes como personajes de los cómics o de una horrenda serie que fue un fracaso por culpa de K. Feige) y desarrolla la capacidad de crecer y encoger todo su cuerpo o partes, de eso, que usa con más frecuencia estirando sus extremidades y/o agrandando sus puños para golpear a los malos con mucha fuerza (un poco como Elasti-Girl de ‘Doom Patrol’).

Los Inhumanos están nuevamente en el segundo plano de MCU, incluso con un cameo semi-redentor en ‘Doctor Strange and The Multiverse of Madness’, por lo que Ali y compañía en su lugar han vinculado los orígenes sobrehumanos de Kamala a sus familiares. También han ajustado un poco su conjunto de poderes, para que sea menos Mr. Fantastic o Plastic Man y más Carol Danvers.

En los cómics, los poderes cambiantes sirven como metáfora de Kamala tratando de expandir lo que puede ser más allá de las expectativas familiares y sociales. Estos poderes, además de ser probablemente más fáciles de crear para múltiples episodios con un presupuesto que no sea de película, también sirven como otra extensión de las inclinaciones artísticas de Kamala. Pero definitivamente se sienten más genéricos que incluso los poderes elásticos, especialmente en estos primeros episodios cuando Kamala todavía corre con su cosplay de Capitán Marvel. Pero, claro, mucho del súper material se siente menos inspirado que el material más personal. Está el montaje inevitable del niño genio Bruno ayudando a Kamala a comprender y refinar sus nuevas habilidades; algunas secuencias tempranas de ella creando tantos problemas como los que resuelve debido a su inexperiencia; y, eventualmente, la llegada de algunas otras figuras menores de MCU, principalmente Arian Moayed retomando su papel como el manipulador Agente Cleary de ‘Spider-Man: No Way Home’, que están interesados ​​​​en esta nueva heroína.

Incluso con la energía y el atractivo de Vellani, estas escenas rara vez son más que funcionales. No importa cuántas chispas púrpuras salgan de las manos de Kamala, el material de superhéroe irónicamente carece de energía en comparación con sus discusiones con sus padres, ella y Nakia protestando por la condición de las partes segregadas por género de la mezquita, o ella y el apuesto nuevo estudiante transferido Kamran ( Rish Shah) coqueteando mientras hablan de sus películas favoritas de Bollywood. Con estos programas, es imposible hacer juicios importantes después de solo dos episodios, especialmente cuando los dos proporcionados ni siquiera imaginan quién es el villano o cuál puede ser el arco de la temporada.

Kamala es una gran adición a las filas de superhéroes de Marvel desde su primra apariciuñon en 2011. Entonces, tal vez ‘Ms. Marvel’ acertará con esa parte al final de la temporada. Que la serie pueda ser tan buena en la parte de la mayoría de edad, y hacerlo mientras se siente tan distinta del resto de la MCU, es absolutamente un mérito. Pero eventualmente, cada proyecto de Marvel (incluido Wanda/Vision) tiene que volverse como todos los demás. Si las partes del superhéroe no se vuelven sustancialmente más interesantes antes de ese punto, es posible que el equipo creativo haya hecho su trabajo demasiado bien en los aspectos que diferencian a su heroína de sus compañeros disfrazados, creando un desequilibrio narrativo que puede ser demasiado grande para arreglar. Pero eso, a la larga, no es un problema. Finalmente, el heroísmo no solo es para muchachos: es cosa de todos.

‘Ms. Marvel’ está disponible en la plataforma Disney+