López Obrador lucra con desaparición de los 43 normalistas

4T, Palacio Nacional, Morena, PT, PVEM, Claudia Sheinbaum, derecha, conservadores, Álvarez Icaza, padres de los 43 normalistas, Presidente “humanista”, mañanera, Calderón, Murillo Karam, Paseo de la Reforma, Jesús Murillo Karam, Jesús Murillo, padres de los 43, Iguala, Guerrero, Presidencia, Pejelagarto, Enrique Peña Nieto, López Obrador, 43 normalistas de Ayotzinapa, @arturosuarez, Arturo Suárez, Arturo Suárez Ramírez,

Si alguien lucró políticamente con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa fue López Obrador y su movimiento.

Muchos de los que hoy son gobierno y aplaudidores de López Obrador eran verdaderamente combativos en el gobierno de Enrique Peña Nieto y qué bueno.

En un caso así la presión social es muy importante, y fue tanta como la frivolidad con la que se comportaron las autoridades y el caso terminó con el sexenio de los priistas abriéndole la puerta para que el Pejelagarto llegara a la Presidencia.

Te puede interesar: Manuel Guerrero, mexicano detenido en Qatar por su orientación sexual

En mayo del 2018 las encuestas le daban ventaja a López Obrador, solo era cuestión de tiempo para ganar. En su última visita a Iguala, Guerrero, López Obrador recibió a una comisión de padres de los 43 que se sentían defraudados por Enrique Peña Nieto y Jesús Murillo Karam que habían construido la «Verdad Histórica”, llena de inconsistencias, de vacíos, de manipulación que pronto contradijeron los grupos de expertos y las investigaciones periodísticas.

Ese entorno fue aprovechado por el tabasqueño para prometer que “tan luego triunfe habrá justicia para jóvenes de Ayotzinapa”, pero de nuevo incumplió.

Pero no solo era el candidato de “Juntos Haremos Historia”, sus seguidores se desgañitaban para pedir justicia y así ligeritos como son prometían que iban a dar a conocer toda la verdad, ahí caminaban Paseo de la Reforma, de nuevo que bueno, otros como el productor de narconovelas Epigmenio Ibarra se inventó el pase de lista y lo llevó a sus redes sociales.

No había duda, López Obrador y el nuevo gobierno abrió la esperanza de saber qué fue lo que verdaderamente sucedió aquella noche del 26 de septiembre del 2014, abrió la posibilidad de hacer justicia, pero desafortunadamente se esfumó, su comisión fracasó y su verdad terminó pareciéndose a la de Murillo Karam.

El encargado de las nuevas investigaciones fue Alejandro Encinas que con el paso del tiempo fue reprobado por el GIEI y los padres de las víctimas, pronto le pidieron que terminara con la simulación y las investigaciones falsas, claro que Encinas encontró cobijo con su jefe.

López Obrador se negó a recibir a los padres de los 43 y también a las víctimas del desabasto, los grupos de madres buscadoras por aquello de cuidar la investidura presidencial, pero sus dichos y formas terminan por calentar las cosas y luego se victimiza, la paciencia se les terminó y un grupo de encapuchados irrumpió en Palacio Nacional mientras López Obrador daba su mala clase de historia.

Una situación así no se la hicieron ni a Calderón ni a Peña Nieto y sus malos gobiernos, pero éste, que se supone es el bueno, va a terminar peor que sus antecesores.

También hay que tener cuidado con los violentos, y esto se había advertido; cuidado con los discursos que salen desde la mañanera por el Presidente “humanista” y los repetidores idiotas de las ideas, lejos de llamar a la calma han preferido buscarse culpables para evadir su responsabilidad en el caso.

Le fallaron a los padres de los 43 normalistas, pero también a todo el país. Ya se lo dijo el senador Álvarez Icaza, que fueron ellos los que exculparon a militares, los que tomaron el caso en sus manos y le sacaron partido a una de las peores desgracias de la historia de este siglo.

Ya sabemos que todo es culpa de la derecha, de los conservadores, con López Obrador y los suyos se perdió la esperanza y cómo le creemos a Claudia Sheinbaum una promesa de ¿ahora si se va a hacer justicia?

Aunque por principio la candidata presidencial de Morena – PT – PVEM, aseguró que el portazo que dieron normalistas de Ayotzinapa en Palacio Nacional “no es correcto” y defendió las acciones de López Obrador con los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi 10 años.

Si el caso de los 43 terminó con Peña Nieto y sus Reformas Estructurales del Estado, a López Obrador y su 4T les volvió a estallar en las manos, nos damos cuenta qué poco nos hemos movido y van a terminar el sexenio como comenzó el de Peña Nieto, con las protestas en las calles.

Insisto, cuidado con los violentos… pero mejor ahí la dejamos.

Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_ o en Twitter: @arturosuarez

Hasta la próxima.