Destapes por todos lados

Destapes por todos lados

López Obrador abrió la puerta de los caballos inmediatamente después de que terminó el proceso electoral de las intermedias. Aunque ya se sabía, los pretendientes se hicieron presentes por la boca del presidente, quien los convirtió en sus “corcholatas”.

Quedó claro que Claudia Sheinbaum llevaba mano y Marcelo Ebrard siempre ha sido segundón para AMLO. Monreal perdió la simpatía y ya no lo invitaban a desayunar a Palacio Nacional, mientras que el tabasqueño Adán Augusto López se montó en la carrera y va creciendo.

Pero en 2024 no sólo estará en juego la presidencia de la República, también la jefatura de Gobierno, esa que ocupó en el 2000 Andrés Manuel; a pesar de repetir que lo dieran por muerto, se catapultó como candidato presidencial en 2006, y Ebrard en 2012, pero lo bajó López en una dudosa encuesta. Mancera en 2018 terminó cediendo el paso a Ricardo Anaya en la alianza PAN, PRD y MC.

Todos saben que gobernar la Ciudad de México es convertirse en candidato natural y tener todas las miradas desde el día uno. Aquí López hizo lo que su tierra natal le negó, ser “gobernador”.

La Secretaría de Gobernación y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México juegan un papel fundamental para brincar a una candidatura presidencial. La capital es gobernada por la “izquierda” desde que Cuauhtémoc Cárdenas la ganó en 1997 con el 48.09 %. Luego López Obrador obtuvo 38.32 % en el 2000.

Otra columna de Arturo Suárez: Fortalecer al INE; no a su destrucción

Para 2006 Marcelo Ebrard obtuvo 46.37 % de los sufragios, mientras que Miguel Ángel Mancera arrasó con el 63 %; sin embargo, su mala gestión le abrió la puerta a Claudia Sheinbaum que venía del mismo partido el PRD, y luego con Morena llegó al cargo con el 47.05 %; desde luego, el factor López Obrador fue preponderante.

Desde la capital, Claudia ha construido su candidatura que hoy es inminente. Claro que, a la hora de la definición, no será por encuesta, así se apliquen mil. Se tratará de quien el inquilino de Palacio Nacional quiera. Y si no me cree, ahí está la historia de 2012 con Marcelo Ebrard.

El asunto es que a la doctora la noche se le viene encima. Por más porras de “¡presidenta, presidenta!”, no termina por convencer del todo a su mentor. Mientras que Adán Augusto y hasta Ricardo Monreal le cumplen sus caprichos como las reformas de las Fuerzas Armadas y próximamente la Electoral. Se van posicionando, mientras la otra se estanca.

Incluso en la encuesta de El Financiero del mes de octubre se indica que Sheinbaum Pardo avanzó cinco puntos, al pasar de 40 a 45 % de opinión favorable, mientras que Marcelo Ebrard avanzó seis puntos. Adán Augusto López fue quien más avanzó, con ocho puntos, al pasar de 20 a 28 %, mismo porcentaje que tiene Ricardo Monreal, quien avanzó dos puntos.

Mientras se enfrascan en esa guerra por agradar al caudillo, en el Palacio de Gobierno hay incertidumbre sobre quién será el candidato. Por un lado, Claudia Sheinbaum ya placea a Omar García Harfuch. En corto dice a sus aliados que lo apoyen y hasta trato de héroe le dan en el Congreso de la Ciudad de México.

Por otro lado, en el bando contrario, ya la están grillando. Aquí se lo dije, Martí Batres llegaba al gobierno para apuntalar, ser el brazo duro, proteger a Claudia, y como enviado del mismo presidente, pero también llegó con la convicción de lograr su sueño: ser jefe de Gobierno.

Aunque queda una tercera en discordia y se trata de Rosa Icela Rodríguez, actual titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Particular de Sheinbaum, conoce bien las entrañas del gobierno de la Ciudad de México.

Sus resultados como funcionaria están puestos en entredicho, pero es obediente y fiel, como le gusta al presidente. Sin embargo, Claudia está enfurecida con ella, porque se decantó en apoyar al vampiro de Bucareli en su empeño de ser candidato, eso no se lo va a perdonar. Obvio, si López manda los demás obedecen.

Así va la búsqueda de la codiciada candidatura capitalina. Si la elección fuera hoy, existe una alta probabilidad de que Morena, Claudia Sheinbaum, y quien sea su abanderado, entregue a la oposición la entidad que gobiernan desde 1997. Hoy Morena gobierna solo siete alcaldías. La oposición ganó terreno y a Claudia, quien no goza de las mejores calificaciones en la capital, la persiguen los muertos que tiene en el armario… pero mejor ahí la dejamos.

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