Urgen obispos a actuar para frenar narcoviolencia en Chiapas

Los cinco obispos de Chiapas alertaron que la “creciente inseguridad, pobreza y violencia se ha vuelto caldo de cultivo para que fuerzas alternas al gobierno se disputen territorios y estén causando el terror y desplazamiento de comunidades”

Los prelados urgieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno a que “pongan una solución de raíz”.

En un documento conjunto dijeron desconocer el número exacto de desplazados por el conflicto, pero consideraron que “hasta ahora se han rebasado los tres mil”, principalmente del municipio de Chenalhó, que colinda con Pantelhó.

“Como pastores nos sentimos profundamente adoloridos e interpelados”, manifestaron, al tiempo que se preguntaron: “¿Qué está pasando? ¿Por qué el azote de tanta violencia, especialmente a tantos hermanos hombres, mujeres y niños? ¿Quiénes pueden hacer algo para remediar esta situación?”.

Los obispos de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez y Luis Manuel López Alfaro; de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla y José Luis Mendoza Corzo; y de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, también expresaron su preocupación porque “algunas personas y medios de comunicación sólo generan más violencia».

«Estamos convencidos que sólo la verdad implantará la justicia y el respeto a la identidad de las comunidades”

Reafirmaron que su labor “es aliviar el sufrimiento de los desplazados, pero urgimos a las autoridades que pongan una solución de raíz”.

Al agradecer a todas las personas, agrupaciones religiosas y civiles que han dado albergue temporal y compartido lo básico para sobrellevar la emergencia de desplazados, los obispos lamentaron que “la situación aún continuará, por lo que les seguimos invitando a que desde la pobreza sigamos compartiendo con los más necesitados, pese a que la pandemia aún sigue haciendo estragos”.

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Por separado, la parroquia de Chenalhó exigió a los tres niveles de gobierno que “solucionen urgentemente el problema de inseguridad causado por el crimen organizado; justicia para todos los afectados por la violencia desatada por el ‘narco-Ayuntamiento’ de Pantelhóy; condiciones de seguridad para un pronto retorno de los desplazados

Mencioaron que “la tragedia de Pantelhó nos recuerda que en 1997 avisamos sobre los sufrimientos que vivían nuestras comunidades (de Chenalhó) y que el entonces obispo Samuel Ruiz García denunció en varias ocasiones, pero las autoridades siempre dijeron ‘no pasa nada’ y pasó la masacre de Acteal”.