Antes de terminar la primera mitad de su administración, Andrés Manuel López Obrador atiza el debate de la sucesión presidencial. Habla ya, incluso con nombres, de sus posibles sucesores en el «flanco progresista, liberal».
Y si bien advierte que «pues primero hay que tomar en cuenta que va a ser el pueblo el que va a decidir», menciona en ese listado a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Esteban Moctezuma y a Juan Ramón de la Fuente. En el caso de Moctezuma., con amplia y limpia trayectoria en el servicio público, destaca su papel como ex secretario de Educación Pública y ahora como embajador de México ante los Estados Unidos.
Aunque deliberadamente omite mencionar a Ricardo Monreal que en toda oportunidad se anota como presidenciable, sí incluye en el listado de posibles sucesores a Tatiana Clouthier y a Rocío Nahle, la polémica secretaria de Energía.
«Bueno –subraya el presidente López Obrador–, son, muchísimos; afortunadamente hay relevo generacional».
En su habitual conferencia mañanera destaca que en marzo voy a una consulta «y eso no me preocupa mucho porque sé que la gente me va a mantener el apoyo, me preocupa más la ciencia y el Creador, lo que permita la naturaleza y el Creador, eso para terminar en septiembre y retirarme».
López Obrador lo reconoce: fíjese, yo soy el presidente de más edad en la historia de México, el presidente constitucional de más edad».
«Mis adversarios yo creo que tienen razón en eso, de que ya estoy chocheando, entonces no podría más tiempo; además, no me lo permitirían mis convicciones, soy maderista»
A pregunta expresa, alude a una muy eventual posibilidad de alargar su período presidencial.
«Mis adversarios yo creo que tienen razón en eso, de que ya estoy chocheando, entonces no podría más tiempo; además, no me lo permitirían mis convicciones, soy maderista, soy partidario del sufragio efectivo y de la no reelección».
«Yo ya voy a terminar. Si el pueblo lo decide así, si el Creador me lo permite, si la naturaleza también, yo voy a estar hasta finales de septiembre del 24 y a partir de entonces me jubilo, no vuelvo a participar en política, en nada».
«Entonces, lo que estoy haciendo ahora es aplicándome para que avancemos en la transformación, que sea tanto el avance logrado que, en el caso remoto -y toco madera- de que regresaran los conservadores corruptos, les costara trabajo dar marcha atrás a lo alcanzado».
Y remata: «por eso me estoy apurando a que queden las bases para la transformación, para el cambio».
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Respecto a la situación del país indica: «yo creo que vamos bien a pesar de la pandemia».
«Lo más importante: la gente no ha perdido la fe, nos sigue dando su confianza. Y pienso que ya pasó lo peor y que se ha avanzado, ya se sentaron las bases para la transformación», manifestó.
«Estoy muy contento, la verdad, porque en la pasada elección nuestros adversarios, los conservadores corruptos del antiguo régimen querían que no contáramos con la mayoría en la Cámara de Diputados, que es donde se aprueba el presupuesto, nos querían dejar sin presupuesto para la atención a la gente más pobre».