Se inauguró esta mañana la plenaria del PAN ante dirigencia y militancia; que recibieron a Xóchitl Gálvez, con el grito de “¡Presidenta, presidenta!” y con la señal de la X. En respuesta, la exfuncionaria en el gobierno de Vicente Fox admitió que es el primer día que duerme más de siete horas y media y recordó que el día que el presidente López Obrador le cerró las puertas de Palacio Nacional, fue cuando ella tomó en serio la determinación de abrirlas al pueblo de México.
El presidente del PAN, Marko Cortés, destacó que se deben sentir orgullosos de la gran cohesión que Gálvez ha logrado en el Partido Acción Nacional, en sus militantes y en sus simpatizantes. Destacó que abrió una fisura en Movimiento Ciudadano.
Al inaugurar la reunión Plenaria dijo que “nosotros queremos seguir haciendo equipo y bloque ahí, en el Senado de la República, para cuidar a México. Segundo, nosotros queremos hacer una coalición nacional de cuatro partidos y por supuesto también una coalición local en donde sea conveniente sumar a los cuatro partidos, particularmente Jalisco”.
El dirigente nacional del PAN destacó que esta, era la primera vez que veía “tantos medios de comunicación” en la Plenaria de su partido y señaló: “Aquí ya huele a presidenta”.
En su intervención en la que se notó afectada de las cuerdas bucales luego de casi 50 días de eventos de proselitismo, Xóchitl Gálvez comentó: “Siento que el día que el presidente de la República me cerró la puerta en Palacio Nacional, de un amparo que había buscado durante siete meses, hay que decirlo. El trabajo acaba rindiendo frutos, porque si no hubiera mandado yo esa carta para pedir mi derecho de réplica de una afirmación del presidente mentirosa, o sea, decir que yo quería quitar los programas sociales, a mí me pareció ya el exceso de abuso, el exceso de un Presidente que no tiene retado en mentir, en difamar a una persona que nunca había hecho esa declaración”, dijo.
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Recordó que “la verdad es que sí me hirvió la sangre, porque yo dije no se la voy a dejar pasar. Estuvo suave, en ese momento sentí que me quería descarrilar de la Ciudad de México, y presenté la carta. Tan fácil que hubiera sido que el presidente leyera esa carta en La Mañanera, tan fácil que hubiera sido que el Presidente pidiera una disculpa diciendo que se equivocó y que las palabras que había dicho no eran precisas, pero él me retó a ir al poder, a la autoridad, que vaya a una autoridad”.