Historia de pánico. En Washington, Estados Unidos, una activista antiaborto de 28 años, almacenaba en su casa, en refrigeradores portátiles, al menos cinco fetos humanos.
Tras un cateo, el pasado 30 de marzo, Lauren Handy fue arrestada y detenida por el FBI. La reconocida activista en contra del aborto declaró que esperaba que la redada se llevara a cabo para encontrar el material de riesgo biológico, en refrigeradores portátiles; cuyo contenido no especificó y solo se limitó a decir que: «La gente se asustaría cuando escuchara esto».
El jefe de la policía local, Ashan M. Benedict, informó que los fetos parecían haber sido abortados por lo que no hay problema legal en ello; sin embargo, el problema está en cómo llegaron al hogar de la activista y por permanecer ahí.
Handy es la directora de la organización antiaborto Progressive Anti-Abortion Uprising (PAAU por sus siglas en inglés). Ha trascendido que este 5 de abril, la organización, en conferencia de prensa planea abordar los reclamos en torno a los fetos encontrados en la casa de Lauren Handy en una conferencia de prensa.
En octubre de 2020, la activista fue acusada de conspirar contra los derechos al bloquear una clínica de abortos en la capital estadounidense, por ese hecho la acusaron el pasado miércoles por el delito grave de conspiración junto con otras ocho personas.