Un equipo interdisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rescató cinco tumbas prehispánicas zapotecas en San Pedro Nexicho Oaxaca; las cuales indican zona fue uno de los más grandes e importantes asentamientos prehispánicos en la Sierra Juárez.
Este rescate lo realizó el Centro INAH Oaxaca con la colaboración de la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHHO).
De acuerdo con la directora del Proyecto Conjunto Monumental de Atzompa, Nelly Robles García, entre 2015 y 2022 llevaron a cabo los trabajos en cuatro tumbas de planta rectangular y una cruciforme que se encontraban en mal estado, y ahora cuentan con cubiertas y accesos nuevos.
Asimismo, indicó que ahora se lleva a cabo la fase de gabinete, consistente en el análisis de los materiales arqueológicos, que serán publicados posteriormente.
“El equipo del INAH encontró que la Tumba 1, descubierta por un vecino en 2010, había sido saqueada; pese a ello, se recuperaron materiales que formaron parte de la parafernalia funeraria, como una pequeña cuenta de oro y espléndidos murales”, agrega el texto. Parte del trabajo consistió en rehabilitar la estructura arquitectónica y restituir la pintura mural que yacía en el piso.
Robles García explica que la Tumba 1, la de mayores dimensiones, es de planta cruciforme y se ubica en lo que fue una terraza habitacional.
Destacó que hay pintura en todos los muros al estilo códice en que destacan “las escenas de guerra de la cámara principal, en la que figuran varios personajes ricamente ataviados, pintados con líneas negras, con un fondo rojo intenso y algunos elementos en amarillo”, informa el comunicado.
“Las tumbas de San Pedro Nexicho fueron ocupadas entre los periodos Clásico y Posclásico Temprano y Tardío (200 d.C. a 1100-1521 d.C). En ese sentido, “nos darán claves en la temática de las tumbas de élite de esos momentos, y poder agregarlas al mapa que incluye las halladas en sitios como Monte Albán, Atzompa y Suchiquiltongo, en el Valle de Oaxaca”, sostiene Nelly Robles.
Por otro lado, destacan que a diferencia de las tumbas 1, 3 y 4, de las que se rescataron pocos materiales, como miniaturas de cerámica local, concha y piedra verde foráneas.
En las tumbas 2 y 5 se encontraron con su contexto funerario intacto, incluido material osteológico que, pese a su mal estado por humedad filtrada en los últimos cinco siglos, brindará datos sobre sus antiguos habitantes”, se destaca en el comunicado.
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Entre las piezas rescatadas, se hallaron 240 objetos como estucos con escritura zapoteca, y esculturas esgrafiadas que revelan un estilo serrano propio. “Robles García señala que, en el caso de la Tumba 3, un pequeño trozo de textil reveló que un individuo fue amortajado y depositado en su interior, ya en el periodo colonial”.