En Oaxaca, al cumplirse un mes del paro de labores de trabajadores de limpia, los inconformes se radicalizaron y cerraron las principales calles del centro histórico con sus camiones recolectores para exigir la renuncia del presidente municipal Oswaldo García Jarquín, quien se ha negado a resolver el conflicto.
Antes realizaron una marcha que concluyó en la sede del ayuntamiento donde se han declarado en plantón indefinido.
Mientras tanto, todas las calles de la ciudad continúan repletas de basura, que la gente ha arrojado y abandonado en bolsas de plástico, lo que advierte de un riesgo sanitario mayor, por que los desperdicios se están dejando cerca de mercados públicos y restaurantes.
En algunos puntos, las bolsas negras de basura han sido rotas por alimañas y perros y durante las lluvias, esta han taponeado las alcantarillas.
Asimismo en algunas calles, la basura acumulada impide el tránsito de automovilistas y el paso de peatones.
El problema es mayúsculo y ya hay reacciones de empresarios instalados que recientemente se manifestaron para dejar parte de la basura que no se recolecta en las puerta del palacio municipal.
LAS DEMANDAS
Los inconformes, trabajadores del sindicato “3 de marzo”, acusan al presidente municipal Oswaldo García Jarquín, emergido de Morena de no pagarles sus prestaciones, ni cubrir el gasto de combustibles de sus unidades.
También lo acusan de no entregarles equipo, uniformes, e insumos para enfrentar la pandemia por el Covid-19.
Respecto del problema, Pablo Gómez, secretario general del Sindicato se queja de incumplimiento del contrato colectivo de trabajo, y señala al alcalde incluso de despedir personal, y de negarse a cubrir la cuota de combustible de los camiones recolectores, que es una obligación, por que las unidades no son particulares, son activos del ayuntamiento de la ciudad.
Denunció que muchos vehículos están descompuestos, porque no quiere pagar sus reparaciones en el taller y los pocos que circulan, no se les quiere pagar ni el combustible.
Hemos buscado al alcalde mediante varias canales, los institucionales, hemos tocado las puertas de varias de sus oficinas, pero se niega a dialogar y a resolver las demandas, argumentando que ya no tiene dinero y ya está entregado la administración a las nuevas autoridades electas que tendrán que asumir el cargo el 1 de enero.
“Pero nosotros no podemos esperar tanto tiempo, y por ello no estamos radicalizando”.