Panteones de Oaxaca lucieron cerrados o con acceso limitado

En Oaxaca, ante la pandemia por el Covid-19, la mayoría de los municipios cerraron los panteones y en otros se limitó el acceso para evitar una cuarta ola de contagios.

La Secretaria de Salud a través del Consejo Estatal de Salubridad, expidió un decreto donde se ordenó a los 570 municipios, reforzar las medidas de prevención durante el puente vacacional de Todos Santos para evitar aglomeraciones y festejos que puedan generar un rebrote de contagios.

El secretario de Salud, Juan Carlos Márquez Heine, subrayó que de no acatar las disposiciones sanitarias, los alcaldes podrían ser sujetos a procesos penales y administrativos, de acuerdo a la reciente reformas a la ley estatal de salud; donde ya es un delito graves de parte de las autoridad violentar o transgredir por omisión, la salud de los ciudadanos.

Ante la situación, en el municipio de Oaxaca, a pesar de la alta afluencia de visitantes, se ordenó el cierre de los 5 panteones diseminados en la zona metropolitana este 1 y 2 de noviembre.

En tanto, en el emblemático Santa Cruz Xoxocotlán, se restringió el acceso a los dos panteones tradicionales a una persona por familia que acuda a dejar ofrenda en la tumba de sus difuntos sepultados en las tumbas y criptas.

En otros poblados, de la zona serrana los panteones lucieron vacíos, cerrados, porque por acuerdo de asamblea no se dejó el acceso a los sitios a ningún ciudadano.

Otras demarcaciones, como San Pablo o Soledad Etla permitieron el ingreso a sus panteones, sin restricciones algunas.

Ahí en uno de sus camposantos, algunos familiares recordaron que un año permanecieron sin visitar a sus muertos, porque hubo confinamiento, pero reconocen que una vez que en sus localidades ha avanzado la vacunación y se han reducido los contagios han podido regresar a su vida, bajo nuevas medidas, pero lo más importante es que han podido ver a sus muertos.

Recordaron que la pandemia por el virus SARS-Cov 2 dejó varios hogares enlutados, de personas que conocieron, pero los que han sobrevivido han aprendido con resiliencia a sobrevivir la nueva normalidad, siempre con cubre bocas y cuidándose de no contagiarse