Los alebrijes de Pedro Linares acogidos en San Martín Tilcajete (VIDEO)

Los seres fantásticos que emanan de las manos mágicas de los artesanos oaxaqueños y que engrandecen el municipio San Martín Tilcajete, Oaxaca, tiene un creador, Pedro Linares López, que por medio de alucinaciones veía animales con cuernos colgados que le gritaban una especie de nombre, él lo descifraba como un alejador de brujos.

Cuando el maestro Pedro Linares empezó a trabajar las figuras con papel maché los nombró alebrujos, posteriormente, perfeccionó ese nombre y se quedó como hasta la actualidad los conocemos, alebrijes.

Lidio Fuentes, del taller Tesoro del Copal, resaltó que los alebrijes son originarios de la Ciudad de México, ya que el maestro Pedro Linares, nació en ese lugar.

Por la década de los 80 la palabra alebrije viajó a la ciudad de Oaxaca: San Martín Tilcajete acogió este arte y es considerado como Tierra de los Alebrijes.

El artesano Fuentes destaca que en su taller trabajan con la cosmogonía zapoteca, el origen zapoteco se basa en los tonas y nahuales, la conjunción de estos animales mágicos dan como origen a fantásticos alebrijes.

Tona es el animal que te protege, es un animal espiritual. Nahual es cuando se convierte en los dos animales y forma una mezcla de animales fantásticos.

En esta misma tesitura, en los alebrijes van plasmando la iconografía zapoteca la cual se escribe en cada uno de sus dibujos.

Cada alebrije es diseño único. “Su elaboración no cuenta con un diseño previo, no hay una calca, no hay un patrón, todo va surgiendo en la imaginación”,  destacó Pedro Linares. Cuando cortan la rama del copal  ya pueden irse imaginando la forma de su alebrije, destacó.

Por su parte, Felipe Fabián Ojeda, del taller Alebrijes Kopal, destacó que dentro del proceso, al cortar la rama del copal, es importante elegir qué rama van a seleccionar, ya que deben de cuidar al árbol, que es quien los provee de la materia prima.

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“Necesitamos elegir la madera, no podemos cortar el árbol desde el tronco, por qué ahí podemos perder, ya de por vida el árbol, entonces tenemos que seleccionar la rama y dejar que después retoñe el árbol”.

Los alebrijes para ir tomando forma, después de tallarse la madera, necesitan secarse al sol por una semana y curarse con sustancias que eliminan las plagas, además necesitan almacenarse por 3 a 16 meses, todo dependerá del tamaño de la pieza, para que la madera esté bien seca, ya pasado este proceso, se procede a agrietar la madera, a resanarse y bañarla de colores.

Por otro lado, un artesano del Taller Jacobo y María Ángeles, destacó que cada que pronuncia la palabra alebrije, recuerda al maestro Pedro Linares, su creador, y destacó que en Semana Santa era quien elaboraba los judas que se quemaban en la Ciudad de México.

Asimismo, el artesano destacó que en la cultura zapoteca, cuando nace un niño, le asignan un animal espiritual que se conoce como nahual, de acuerdo al año que nazca es el animal que le corresponde.

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Los alebrijes son animales en donde se combina el tona y el nahual. “Pueden ser que vean un perro con cara de búho y alas, este representa el año del búho, pero el día y mes del perro”, destacó el artesano del taller Jacobo y María Ángeles.

Finalmente, todo alebrije es resultado de la imaginación y la creatividad de los artesanos de San Martín Tilcajete, municipio oaxaqueño que adoptó a estos seres únicos, que a simple vista, a cualquiera cautivan, será, porque es su tona o su nahual. Si usted visita algún taller de este municipio se encontrará con piezas novedosas, fantásticas y únicas; atractivo turístico de esta localidad.