La víctima, que se dedicaba a la venta de bienes e inmueble, identificado como Aquiles L. J., de 52 años, desapareció el 2 de febrero.
De acuerdo con los reportes, ya no regresó a su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Trinidad de las Huertas de la zona sur de la ciudad de Oaxaca, después de acudir a realizar actividades deportivas por la mañana.
Los familiares de la víctima al tener conocimiento de su no localización alertaron a las fuerzas de seguridad y presentaron una denuncia en la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) que emitió un ficha de búsqueda.
Sin embargo, una llamada anónima al 911 de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana alertó del hallazgo de un cadáver de una persona con las señas particulares de Aquiles L.J.
Su cadáver fue abandonado en la puerta del panteón municipal del municipio de Tlalixtac de Cabrera con rastros de tortura y con una soga atada al cuello.
Inmediatamente se activó un operativo por las fuerzas de seguridad que acordonaron la zona, al tiempo que un fiscal de control y peritos forenses de la FGEO se hicieron cargo de levantar las evidencias y ordenar el levantamiento del cuerpo.
Previo al hecho, se reportó que la víctima tenía una denuncia penal por intento de despojo agravado de una vivienda ubicada en la calle de Reforma en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, que presentó una mujer madre soltera, quien tiene dos hijos con discapacidad física.
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Además, en redes sociales se filtró una alerta donde se advertía que la victima de asesinato era responsable de quitar autos, casas, terrenos de forma dolosa; por lo que se advertía de presuntos nexos con el crimen organizado.
