Impuestos a “machuchones”, el motor de la 4T

* El presidente López Obrador y la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro

No gravar la enorme riqueza (en dólares) de los billonarios mexicanos, pero sí un completo cumplimiento de sus obligaciones fiscales, es la fórmula que ha seguido la administración de Andrés Manuel López Obrador para obtener fondos para sus programas sociales de desarrollo, sin solicitar deuda de los organismos internacionales, y mantener finanzas sanas y el peso en niveles históricos.

Obrador ha admitido muchas veces que la tan necesaria reforma fiscal tendrá que estar en la lista de pendientes de su sucesor o sucesora. Él se conformó con modernizar el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y establecer reglas que terminaron con privilegios que tenían los potentados. En 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que prohíbe condonar impuestos.

El mandatario ha señalado esa modificación al Artículo 28 de la Constitución, como punto fino de los logros de su gobierno, porque de esa forma eliminó importantes privilegios de las élites empresariales. Les quitó su derecho al litigio, que permitía amparos de las empresas más poderosas para “patear el bote” y no pagar impuestos. Además, ha fructificado su combate a la evasión y elusión fiscal.

La hoy secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, llegó al SAT en 2020 y de inmediato se dedicó a tener audiencias con los llamados grandes contribuyentes, financieros que tienen ganancias de más de mil 500 millones de pesos al año. Todo acorde con las ideas de Obrador de que lo necesario para el desarrollo del país se conseguiría si los millonarios pagaran impuestos.

Los buenos resultados de Buenrostro, y sobre todo su inflexibilidad para negociar contra auténticos tiburones financieros que pensaban que socavarían la autoridad de la funcionaria, le ganaron el favor de Obrador para encabezar Economía, cuando su extitular, Tatiana Clouthier, falló precisamente en mantener una postura rígida ante los hábiles cabilderos de Estados Unidos en las negociaciones del litio.

El cálculo de los expertos es que al final del presente sexenio, la recaudación aumente casi al doble con respecto a lo obtenido por el gobierno de Enrique Peña Nieto. En 2021, los grandes contribuyentes aportaron el 50% de todos los ingresos tributarios, equivalentes a unos 3.5 billones de pesos. Del 2019 al 2021, la recaudación ha sido de 541 mil 682 millones de pesos.

Y a diciembre de 2022, de acuerdo con datos de Gobernación, la recaudación era mayor en 216 mil 752 millones de pesos, un 99.5% real en comparación con el mismo periodo de 2021. Estos recursos son inyectados en los programas sociales y proyectos de infraestructura del Gobierno Federal, todo ello sin hacer lo que en opiniones de muchos debería hacer: gravarlos en proporción a su riqueza.

Gravar al rico

El 9 de noviembre de 2021, López Obrador propuso en el Consejo de las Naciones Unidas, cobrar 4% de sus ganancias a las 100 personas más acaudaladas del mundo; similar para las mil corporaciones con más ganancias y una cooperación del 0.2% del PIB (Producto Interno Bruto) de cada país miembro del Grupo de los 20, para contar con un fondo anual de 1 billón de dólares para los más pobres.

Obrador le llama Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar y en sus estimaciones, gracias a esa recaudación y a través de un monedero electrónico, se le daría “una vida digna a 750 millones de personas” que sobreviven en condiciones de extrema pobreza alrededor del mundo. A la fecha no ha recibido ningún tipo de respuesta sobre su propuesta. Pero en México, el dirigente continúa con su proyecto.

En 2022, el SAT de Buenrostro, ahora está dirigido por Antonio Martínez Dagnino, quien antes se desempeñaba en la Administración General de Grandes Contribuyentes, lo que demuestra la importancia que tiene para Obrador que el sucesor siga una línea similar a la que mantenía Buenrostro Sánchez: un esquema en que lo principal es hacer que los potentados paguen sus impuestos.

Antonio Martínez Dagnino.
Antonio Martínez Dagnino.

Pero no ha sido una labor fácil (Recuadro) y Obrador ha dicho múltiples veces en su conferencia matutina que muchos empresarios están apostando a que en 2024 pueda regresar al poder Ejecutivo el grupo de políticos que les condonaban impuestos o de plano les permitían evadirlos. A octubre de 2022, 30 grandes empresas nacionales y extranjeras le adeudaban a la Hacienda Pública cerca de 100 mil millones de pesos.

Lo que resalta es que, aunque es una persuasión con la ley en mano, no deja de ser una persuasión la técnica del obradorismo para lograr mayor recaudación. El ejemplo claro es el caso de Ricardo Salinas Pliego quien, tras imponer múltiples amparos para no hacerlo, pagó en octubre del año pasado 2,800 millones de pesos de los cerca de 40 mil mdp que adeuda el magnate.

Cifras dadas a conocer por Dagnino en diciembre, indican que en 3 años y 10 meses la administración federal ha recaudado 679 mil 511 mdp, un 9.5% más que lo conseguido por la anterior. Lo cual incluye la fiscalización a morosos, nada menos que unos 866 grandes contribuyentes que no han querido aceptar los nuevos lineamientos establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Según el SAT, de 12 mil grandes contribuyentes, se han revisado las cuentas de unos 3 mil y están pendientes de fiscalización unos 9 mil. Empresas como Walmart, BBVA México, Grupo Modelo, América Móvil, IBM, FEMSA y Grupo BAL, ya liquidaron su adeudo fiscal. Cuando Bimbo vendió Ricolino, en noviembre pasado, la transacción dejó 6 mil mdp en impuestos.

Y en enero de 2022, la fusión de Televisa y Univisión generó un pago de 15 mil mdp. Carlos Slim al vender América Móvil pagó 28 mil mdp, mientras que Oxxo pagó 10 mil mdp y Waltmart 12 mil mdp. Tales pagos de impuestos, que en cualquier nación civilizada serían obligatorios, en México era legal no pagarlos y pagar a abogados para judicializar procesos.  Ahora son el motor de los cambios de la Cuarta Transformación.


Resistencia del empresariado

Una de las mujeres más fuertes y eficientes de la administración de López Obrador es, sin duda, la hoy secretaria de Economía, Raquel Buenrostro. Por su talante de inquebrantable actitud contra los potentados, sustituyó el año pasado a Tatiana Clouthier, quien se mostró dócil ante los empresarios. Las anécdotas de Buenrostro sobre prepotencia de los magnates podrían llenar un libro.

“Cuando llegamos, vimos que los ricos no pagaban, no querían y no estaban acostumbrados a pagar, era ofensivo para ellos cuando los citabas y se ponían muy complicados”, expresó Buenrostro en el programa Chamuco TV, del Canal 22. “Hubo uno que dijo: ‘hazle como quieras, no voy a pagar, voy a litigar y a lo mejor en unos 30 años vemos qué pasa’”. Pero terminó pagando cuando vio lo que venía.

En 2020, José Antonio Fernández El Diablo, de la empresa FEMSA, que también controla la cadena de tiendas de conveniencia Oxxo, pagó al SAT adeudos por más de 9 mil mdp.  Versiones afirman que el magnate dijo, visiblemente airado: voy a pagar al SAT, pero si es necesario pondré el doble para sacar a AMLO en 2022”.

Tras su salida, Buenrostro dejó a un colaborador que asegura que el SAT incluso hará más rígidas sus estrategias para lidiar con los grandes contribuyentes. Antonio Martínez Dagnino, siguiendo su plan, apunta a seguir fiscalizando con lupa a 16 sectores productivos en que se advierten anomalías fiscales que limitan la recaudación, por lo que el proyecto de Buenrostro continuará.

El presidente López Obrador y la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.
El presidente López Obrador y la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.

Recaudación ayudó a reducir la pobreza

De acuerdo con datos del informe anual del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los programas sociales de la administración de López Obrador contribuyeron a disminuir la desigualdad en 0.016 en 2022, lo cual es un número significativo, pues los ingresos de la población y la recaudación del SAT, se redujeron debido a la contingencia por Covid-19 y al subsidio a gasolinas.

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El estudio señala que 2.5 millones de personas evitaron caer en la pobreza extrema, mientras que 4 millones lo hicieron en situación de pobreza, gracias a los apoyos de programas como Adultos Mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y muchos otros. Previo a la pandemia, la inversión en los programas fue de 106 mil 376 millones de pesos y en 2022, de 194 mil mdp, un aumento de 83%.

AMLO incluso ha comentado repetidas veces que lo que no pagaban “los machuchones” de impuestos anualmente, 340 mil mdp, equivale a lo que se invierte en los apoyos sociales y que está en la Constitución que ese presupuesto tiene que aumentar año con año, medida que, en su cálculo, será difícil se revierta en el caso de que la oposición a la 4T regrese al poder.

Obrador señala, con cifras, que también a los empresarios “les ha ido bien”, que, a pesar de obligarlos a pagar impuestos, tan solo de 2018 a 2020, 17% de la población más rica del país también se ha beneficiado. Según la revista Forbes, 36 billonarios mexicanos incrementaron su riqueza a pesar de las restricciones por Covid-19 y esa fortuna ahora llega a 171 mil 490 millones de dólares.


LAS CIFRAS

630 mil

784 millones de pesos, lo recaudado en seis años por el gobierno de Peña Nieto. Menos de lo recaudado en tan solo tres años por el de AMLO.

12,500 mdd,

los condonados en el gobierno de Peña Nieto; en el de Felipe Calderón fueron 8 mil 500 mdd.