La 4T se divorcia de los lujos y las extravagancias

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Tras el reciente escándalo político que se suscitó con la suntuosa boda de Santiago Nieto –ahora extitular de la UIF— con Carla Humphrey Jordan, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), quedó claro, una vez más, que todo lo que contravenga la “austeridad” y la “justa medianía” que proclama el presidente Andrés Manuel López Obrador, no tiene cabida en la 4T. 

Ni Santiago Nieto, que fue un hombre de todas las confianzas del presidente, terminó bien en este escándalo, que conjuntó todo lo que condena la actual administración: lujos, viajes privados y, aún más grave, evidentes conflictos de interés. Así lo estableció López Obrador en julio de 2018 en los 50 lineamientos de la Austeridad Republicana. 

En el punto 3 se lee: “Nadie podrá utilizar aviones o helicópteros privados”. 

Una de las invitadas, Paola Félix, exsecretaria de Turismo de la Ciudad de México, viajó en avión privado y eso le costó el cargo. “Se acabaron los tiempos en que los funcionarios públicos tenían privilegios”, advirtió Claudia Sheinbaum, quien aceptó de inmediato su renuncia. 

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Y señaló: “Ustedes saben que viajamos de manera austera, y si ella quería ir a esa boda, tenía que haberlo hecho en aerolínea comercial”. 

El punto 10 dice: “Los funcionarios de Hacienda, de Comunicaciones, de Energía y otras dependencias no podrán convivir en fiestas, eventos deportivos o viajar con contratistas, grandes contribuyentes, proveedores o inversionistas vinculados a la función pública”.       

En la boda de Santiago Nieto y Humphrey, entre los invitados se encontraban funcionarios del gabinete mexicano y empresarios, entre ellos, Juan Francisco Ealy Ortíz, dueño de El Universal, con quien López Obrador ha tenido repetidos desencuentros. El escándalo creció aún más, cuando se supo que viajaba con 35 mil dólares en efectivo.

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Ealy Ortíz viajó en su avión privado y sus dos acompañantes fueron precisamente Paola Félix y Alejandro Gou, productor artístico que ha sido beneficiado con contratos por el gobierno de la Ciudad de México.

Al ser cuestionado al respecto, López Obrador reconoció a Santiago Nieto como un abogado recto y un hombre íntegro, pero no desaprovechó la oportunidad para reprochar sus actos “extravagantes” que van en sentido contrario a la austeridad de la Cuarta Transformación. 

Incluso, celebró que este tipo de acontecimientos se conviertan en escándalos mediáticos, ya que, dijo, “de esta forma se purifica la vida pública de nuestro país”.    

Otras personalidades que asistieron a la suntuosa boda, con alrededor de 300 invitados, fueron los exgobernadores Quirino Ordaz Coppel, José Calzada Rovirosa y Francisco Domínguez Servín, el primero priista y los otros dos panistas. También figura la reciente gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, quien dice apoyar el proyecto de austeridad de la Cuarta Transformación.

Asimismo, asistieron Josefina Vázquez Mota, senadora del PAN; Carolina Viggiano Austria, diputada federal y secretaria general del PRI; Sergio Gutiérrez Luna, de Morena, y presidente de la Cámara de Diputados; y Javier López Casarín, legislador del Partido Verde.

Otros invitados fueron Jaime Cárdenas, exconsejero electoral; Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y su esposo, el empresario José María Riobóo. 

Escándalos nupciales 

El primer escándalo que sufrió López Obrador fue la boda de César Yáñez Centeno y Dulce María Silva. El encuentro, que fue bautizado como “La boda fifí”, salió en primera plana de la revista “¡Hola!”. Desde entonces, Yáñez, uno de los hombres más cercanos al presidente, quedó en un segundo plano. Obrador nunca más lo volvió a mencionar. 

Otro enlace matrimonial que generó polémica fue el de Gonzalo Zabala y Mar Collado, hija de Juan Collado, quien fuera abogado de Javier Duarte, Mario Villanueva, Carlos Romero Deschamps y Raúl Salinas de Gortari, y que está preso desde septiembre de 2019, (cuatro meses después de la boda), acusado por delitos de delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita. 

Entre sus invitados estaban el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Raúl Salinas de Gortari, Carlos Romero Deschamps, Claudia Ruiz Massieu, Diego Fernández de Cevallos, José Narro Robles y Enrique Ochoa Reza.