Colecciones fotográficas de familia, una riqueza documental: Julieta Gil

Colecciones fotográficas de familia, una riqueza documental: Julieta Gil

La etnóloga Julieta Gil Elorduy reconoció la importancia de las colecciones fotográficas de familia, fuentes inagotables de conocimiento y riqueza documental, ya que son acervos formados en el tiempo y conservados por la familia a pesar de las vicisitudes.

La encargada de la galería de Historia en el Museo del Caracol, el cual se ubica en el Castillo de Chapultepec, Ciudad de México, compartió durante el seminario “Estudio del patrimonio fotográfico de México”, realizado por el INAH, el “Archivo Elorduy, doscientos años de historia familiar”, su propio acervo documental, el cual contiene fotografías, dibujos y muchos otros documentos.

De acuerdo con la etnóloga Gil, las primeras fotografías del Archivo Elorduy son de principios del siglo XIX, el cual fue evolucionando hasta integrar imágenes de la actualidad; las imágenes están impregnadas con los hechos históricos de México.

Durante su exposición, resaltó que la familia Elorduy, de origen vasco, se desenvolvió en el norte del país (Durango, Zacatecas y Aguascalientes), pero establecieron su sede en Sombrerete, Zacatecas. Cirilo José de Elorduy y Arketxe fue el primer migrante vasco. A los 13 años emigra a Manila, Filipinas, y posteriormente a México.

Tras la búsqueda de información para documentar su acervo, encuentra que, en Sombrerete, Zacatecas, Cirilo José de Elorduy trabaja en las haciendas por un periodo de 12 años en donde pide que le guarden su paga, para posteriormente hacerse de tierras las cuales utilizaría para asentar emporios ganaderos.

Con más de 40 años de labor en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Gil Elorduy, relata que ante el ambiente convulso que se vivía en México, tras la Independencia, su antecesor, Elorduy y Arketxe, en agosto de 1847, decide viajar a la Ciudad de México para enrolarse en la Guardia Nacional y estar a las órdenes del General Pedro María Anaya para defender Churubusco.

Conforme va integrando el archivo, descubre que, por su desempeño, Cirilo José de Elorduy, fue condecorado con las medallas al mérito y la medalla de Churubusco y obtuvo otras más en el ejército de Benito Juárez.

Posteriormente se regresa a Sombrerete, Zacatecas y después de enviudar joven, se vuelve a casar con una mujer de Chihuahua. En su primer matrimonio procrea dos hijos. Las haciendas progresistas de Sombrerete siempre estuvieron a la sombra del desarrollo minero, por lo que la familia se hizo de propiedades mineras.

La etnóloga Gil enfatiza que las primeras familias Elorduy buscaron conservar su fortuna, por lo que los matrimonios de esa época se fueron dando para apuntalar toda su riqueza. Las primeras casas fotográficas asentadas en el siglo XIX fueron las encargadas de capturar momentos familiares y ahora conforman el Archivo Elorduy.

“La familia Elorduy al igual que otras de la época hicieron del retrato todo un acontecimiento (…) el Archivo Elorduy integra básicamente todos los formatos y registra los momentos estelares del devenir de la familia de larga duración. Los personajes se retrataron en las casas fotográficas más famosas ubicadas en el centro de la Ciudad de México, Zacatecas y San Luis Potosí”, resaltó Julieta Gil.

Entre las casas fotográficas está la de Valleto Hermanos, Emilio Lange, Mora, entre otras. La etnóloga indicó que dentro de la línea de investigación resultó de gran importancia en qué casas fotográficas fueron retratados y quiénes se retrataron; ya que permite conocer a los grandes fotógrafos de esa época.

“La familia fue integrando, en distintos formatos, varias fotografías. Doscientos años se dicen fácil, pero doscientos años, con todas las vicisitudes que sufrió México, fueron conservados; los archivos son muy difícil de conservar”.

También lee: María Benítez publica su libro infantil “Cada quien a su modo”; ilustrado por Francisco Riolobos

De acuerdo con su exposición, en la segunda generación, ya no predominan los hacendados sino los profesionistas, en el que destaca el músico y compositor Ernesto Elorduy; también en esta época aparece en el archivo fotográfica su madre, Julieta Elorduy.

Julieta Gil destacó que el archivo contiene fotografías de bodas, primeras comuniones, de bautizos que son parte de la historia de familia, asimismo, fotografías que se incorporaban en las correspondencias, las cuales muchas de ellas eran sobre su afición a la tauromaquia y al frontón.

Finalmente indicó que su madre, Julieta Elorduy Delgado, fue quien empezó con la custodia del archivo: “Ella rescató todo el archivo (…) se pasaba muchas tardes ordenando a su modo el archivo (…) Ella fue el alma de ese archivo”.  «Imágenes de la familia en un archivo particular con más de dos siglos de historia» ahora pertenece a la etnóloga Julieta Gil Elorduy.