Seguramente en alguna ocasión te ha pasado que un amigo o familiar te haya pedido prestado dinero, sin embrago, existe la duda si te lo devolverá por ser a veces una cantidad considerable, toda vez que, al margen de consideraciones éticas, morales o del análisis de la solvencia de la persona y de la viabilidad del préstamo, nos deje paralizados el no saber cómo dar forma a esta operación. En estos casos veremos una de tantas formas en que puedes prestar dinero a un amigo o a un familiar, teniendo la seguridad que tendrás tu dinero de regreso.
Lo primero que tenemos que definir es si la cantidad que vamos a prestar requiere de formalizarse a través de un contrato, pues si son cantidades pequeñas se podría utilizar un pagaré, en esta ocasión utilizaremos la figura legal del contrato de mutuo.
El contrato de mutuo o préstamo de consumo es un contrato en virtud del cual una persona entrega a otro dinero, para que lo utilice y después lo devuelva, ya sea con o sin intereses.
El mutuo se puede hacer de dos formas: simple o con intereses. En el caso del mutuo simple, la persona que recibe el dinero, lo devolverá en un tiempo determinado sin cargo alguno, sin embargo, el mutuo con interés además de restituir el dinero prestado, se debe pagar un interés, el cual puede ser legal o convencional.
En el interés legal se establece un 9% anual; en cambio, el convencional se fija por los contratantes y puede ser mayor o menor a interés legal.
Dentro del mismo contrato de mutuo se puede establecer la firma de un pagaré si se acuerda entre las partes, lo que le dará mayor seguridad jurídica el que presta el dinero para que lo tenga de regreso.
Es importante si optas por instrumentar tú préstamo en un contrato, puedas identificar claramente los rasgos de la operación, que en esencia son los siguientes:
- Los sujetos que intervienen en la operación: en el contrato de mutuo se denomina “Mutuante” al que presta el dinero y “Mutuatario” al que lo recibe y se obliga a devolverlo con o sin interés.
- La cantidad que se presta y si se pacta firmar un pagaré o bien otra garantía.
- El plazo de devolución, así como la forma en que se va a realizar (todo junto al final, en cuotas mensuales, etc.).
- Los intereses que se cobren ya sea el legal o convencional.
Por lo general los contratos de mutuo no son complejos, pues solo requiere establecer algunas cláusulas básicas como monto, plazo, pago, domicilio, jurisdicción, entre otros, podrás encontrar muchos formatos en internet. Pero, si en tu contrato intervienen personas morales o requiere de alguna garantía extra asesórate de un abogado para que tu contrato se elabore correctamente.
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