La icónica panadería “La Espiga” de la Condesa, cierra sus puertas, el próximo 16 de diciembre, luego de 70 años de historia. En este lugar se tejieron muchas historias, conversaciones y recomendaciones sobre los panes y los guisos que ahí se preparaban.}
La Espiga informó que a partir del próximo 16 de diciembre cerrará de forma definitiva su sucursal ubicada en Avenida Insurgentes Sur 455, colonia Hipódromo Condesa, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Por años, desde muy temprana hora, sus clientes, muchos de ellos oficinistas, hacían fila para llevar no solo el pan, sino también el desayuno que vendía en vasitos; el huevo revuelto, los chilaquiles, el arroz, los frijoles y el pollo rostizado no podían faltar, así como las papas con jamón y queso derretido; era un buen lugar para desayunar y comer. Las tortas de jamón también eran frescas todos los días.
Sus bolillos dorados con mantequilla, donas (glaseadas, de chocolate, azúcar) conchas, cuernitos y una gran variedad de pan enloquecían el paladar de sus clientes. En sus hora pico, la fila era larga, sin embargo, los clientes esperaban su turno para llevarse el rico pan.
La Espiga es una de las panaderías más emblemáticas de la Ciudad de México, sobre todo por endulzar el paladar de las personas que pasan por la colonia Condesa constantemente y tienen antojo de un pan.
Hasta el momento no se ha revelado el motivo del cierre de la sucursal, que marcó al ámbito de la industria panificadora al implementar un modelo de autoservicio en el año 1945, gracias a Antonio Ordoñez Ríos, mexicano de padres españoles que se instaló en el país después de la Guerra Civil española.
Por medio de Twitter, la usuaria @ladytormenta compartió una imagen, en donde se ve un anuncio en una de las puertas de la sucursal con la noticia de su cierre.
«A nuestros clientes y amigos les informamos que el día 16 de diciembre cerramos definitivamente esta panadería. Agradeciendo infinitamente su amable preferencia de tantos años», se lee en el anuncio.
A pesar de esto, se desconoce la verdadera razón de la clausura de este comercio que fue fundado por Antonio Ordoñez Ríos en 1945 con un modelo de autoservicio.
Los consumidores habituales de esta panadería hicieron notar su tristeza tras la noticia en redes sociales.
Por ejemplo, Gina Cebey, dijo que recordará las filas para comprar la baguette de Navidad.
Mientras que Gabriel Gutiérrez comentó la vez que el personal de este local salió a dar bolillos “pal susto” a la gente después del terremoto del 19 de septiembre de 2017.
😭😭😭
En el terremoto del 2017. Las y los empleados de La Espiga salieron a dar bolillos "PAL susto" https://t.co/gHbAS5D8th pic.twitter.com/Q53oN1blUK— GabrielGtzG (@Gabrielgtzg) December 8, 2022
Algunos otros usuarios comentaron “La gentrificación los alcanzó y los devoró, seguro van a poner una tienda”. “Ahí compraba el pan con mis abuelxs y después hamburguesas de La vaca negra que estaba enfrente y una chacharita en el Larin 😢”.
La gentrificación los alcanzó y los devoró, seguro van a poner una tienda Ay Guey o una pendejada así 🥲
— AndruEats (@AndresVelfer) December 8, 2022
KonaKato escribió: “Noooo… Todos mis cumpleaños eran con bocadillos de ahí las mini tortas, mini hamburguesas, mini hojaldres y mini hot dogs. Ojalá no la hagan una pseudo plaza abandonada como la de enfrente”.
Creí que el el Bendito olor a Pan perduraría en cualquier parte y para siempre pero la exigencia inmobiliaria fue más densa por lo que se dice
— Franv (@franviher_) December 9, 2022