El gobierno que se “aprovechó” de la democracia para llegar al poder, el que espía a sus gobernados por medio del software de espionaje telefónico Pegasus, y que la siguiente semana podría dar un golpe mayúsculo a la democracia, son parte de las percepciones que, al no poderlas sembrar en el electorado mexicano, ha elegido el expresidente Felipe Calderón difundir en el extranjero.
Así, ahora que se descubrió, gracias a los Guacamaya Leaks, que la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) compró el software espía israelita Pegasus, lo importante es crear un discurso que refuerce la idea de que Obrador espía a opositores y así debilitar el apoyo de esa institución al Gobierno actual; obligarlo a abrir frentes, pues a estas alturas es claro que una facción del Ejército es anti obradorista.
Ya una investigación encontró que, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la hoy extinta Procuraduría General de la República (PGR) firmó de forma irregular un contrato para adquirir Pegasus, que sólo se vende a Gobiernos, por 456 millones 843 mil 149 pesos, evadiendo todos los procedimientos de licitación pública. De lo que se trata es de hacer creer que este Gobierno hace lo mismo.
El informe detalló que el responsable de tal compra ilícita (pero autorizada por el gobierno de Peña) es Tomás Zerón de Lucio, ex titular de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, quien se encuentra prófugo de la justicia mexicana y asilado en Israel, curiosamente la patria de los creadores del programa espía. El gobierno busca todavía extraditar a Zerón por el caso Ayotzinapa.

Pegasus fue utilizado para espiar a defensores de derechos humanos, justo en los contextos de Ayotzinapa. La otra carpeta de investigación vincula a Juan Carlos García Rivera, empleado de una empresa privada, acusado de intervenir las comunicaciones de un periodista. Fue fichado y vinculado a proceso desde noviembre de 2021 por su involucramiento en Pegasus. Pero, aunque esas son aberraciones de otras administraciones, la derecha juega a borrar las claras divisiones.
Se nota en la sincronía con la que comienza a esparcirse información, opiniones de opositores que, sin tener sustento, buscan implantar un discurso. Así, ya no importa que Pegasus se adquiriera en el pasado gobierno, la actual administración, dicen, es igual: espía, reprime y persigue.
Dando por sentado que el “gobierno espía opositores”, el mismo 10 de octubre pasado, Ricardo Anaya, excandidato presidencial del PAN, subió un video en que aseguraba que AMLO espiaba a los mexicanos. El mismo Anaya se autoexilió porque no quiere enfrentar una denuncia por su participación en el caso Odebretch y de eso no da cuenta, pero no para de denunciar persecución política.
La única prueba que sostiene Anaya y la oposición al Gobierno, es la denuncia del periodista Ricardo Raphael, presentada hace casi un mes, en que dijo tener evidencia de que se le espió con Pegasus en 2016 y 2017, pero él sostiene que fue espiado también en 2019 por la administración de Obrador. “¿Qué caso tendría espiar a Ricardo Raphael? Sería una pérdida de tiempo”, refutó Obrador.
Aunque no haya fundamento, lo que importa es sembrar la percepción. Raphael escribió una columna para el diario estadounidense The Washington Post, en donde denuncia el supuesto espionaje a él y a uno de sus hijos. “Me tomó al menos tres meses la decisión de dar la cara públicamente para narrar la afectación personal y familiar derivada de este espionaje”, se lamenta Raphael.
El periodista eligió justo el momento en que medios nacionales e internacionales, en una sincronización casi irreal, arremeten contra las fuerzas armadas y el papel fundamental que han representado en el sexenio. Raphael señala: “Llegué a calcular la sobrerreacción del presidente, quien padece una tolerancia muy pobre ante los cuestionamientos que se le hagan a propósito de las Fuerzas Armadas”.
De manera que no importa que no tengan sustento sus denuncias, las cuales ya fueron recogidas por la autoridad competente, al final es dejar la impresión de la “intolerancia” del mandatario que, aunque Raphael no le dice dictador, sí lo describe en esos talantes. Al final, como la derecha no posee sustento en México, optan por sembrar sus versiones donde se desconoce la realidad mexicana.
Realidad a la medida
Para un lector inteligente, sólo basta ver las palabras utilizadas en artículos de opinión escritos en grandes medios internacionales como The New York Times, El País, el mencionado Washington Post y The Wall Street Journal, escritos por férreos opositores a López Obrador e incluso sus declarados enemigos. Es donde dichos medios parecen tener el mismo cometido de dañar gobiernos progresistas.
A las páginas del New York Times concurre regularmente el empresario Enrique Krauze, artífice de la Operación Berlín, que intentó debilitar a Obrador durante la campaña presidencial de 2018. El problema no es que el historiador de derecha diga sus opiniones, sino que estas se transforman en dogmas que los opositores a la 4T repetirán para buscar dañar la percepción ciudadana de él en México.
Krauze incluso, desde el sexenio del anterior presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido descaradamente que el gobierno de ese país tome represalias contra la administración de López Obrador. Si bien el mismo mandatario mexicano ha optado por minimizar y no considerar esas opiniones como traición a la patria, no están lejanas de serlo, pues es intervencionismo militar lo que pide Krauze.
O los diarios principales en el extranjero no tienen gran idea de la situación interna de México u optan por ignorarla, eso da lugar a artículos facciosos en que no hay ninguna clase de balance periodístico y los reporteros terminan entrevistando para dar validez a sus argumentos a personajes como la politóloga Denise Dresser, panista que aparenta ser independiente, y a otros enemigos jurados de Obrador.
El problema, al final, no es que denuncien autoritarismo y espionaje de una dictadura, lo cual es ridículo, desde el momento que tuvieron la libertad para publicar sus percepciones en medios de circulación nacional e internacional; Raphael mismo sigue teniendo programas en medios públicos donde no le se ha censurado.
Crea la percepción y échate a dormir Al final, importa más al Instituto Nacional Electoral (INE) que en un foro europeo se declare que la democracia mexicana está en peligro, que a la realidad, en donde el presidente de México mantiene cerca de 70 % de aprobación (segundo en el mundo), de acuerdo con Morning Consult. Tener la mayoría en las Cámaras no es visto por esas elites como mandato de la ciudadanía, sino como gente que “no sabe lo que quiere”. En el evento celebrado en Madrid en que los expresidentes de México, Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, criticaron la administración de Obrador, lo que importa es que, en Europa, en foros de la patronal internacional, se difunda que Obrador es un dictador. A Zedillo nadie le preguntó por el Fobaproa y a Calderón nadie de porqué su brazo derecho, Genaro García Luna, está en la cárcel en Estados Unidos. El foro fue organizado exactamente por la misma élite que encabezó el golpe de estado en Bolivia, con Mario Vargas Llosa, que ha pedido abiertamente intervenciones militares en América Latina. Son elites repudiadas por las mayorías en sus propios países, pero que van a despotricar en donde, o no los conocen o poco les importa, sólo para sembrar una percepción y seguir con su golpe blando.
Cuatro falsas percepciones
1.-Militarización. López Obrador ha dicho que no quiere que la Guardia Nacional se convierta en lo que fue la PFP. Pero los opositores a su gobierno difunden que busca militarizar el país, no mencionando que Felipe Calderón y Peña Nieto utilizaban al ejército extra oficialmente. Con Obrador la actuación de las fuerzas armadas está regulada por la Constitución, pero eso no se difunde.
2.-Asesinato de periodistas. En lo que va de este sexenio, han sido asesinados 35 periodistas, 12 en 2022. Pero la mayoría de los medios no difunden que el Estado no los mandó ultimar. La violencia a la prensa es un problema multifactorial, donde intervienen autoridades de todos los niveles. Obrador ha dado a conocer que hay detenidos en la mayoría de los casos.
3.-Economía “comunista”. Aunque Obrador encabeza una nación que tiene la segunda moneda mejor apreciada en todo el mundo (el valor del dólar se ha mantenido en todo el sexenio) y, según la Organización de las Naciones Unidas, México fue calificado como el décimo mejor destino para la inversión extranjera en 2021, los opositores al Gobierno dicen que es una economía “comunista”.
4.-Políticas energéticas retrógradas. Uno de los temas que más han atacado los opositores a la 4T es su política de autogestión energética que vio al gobierno construir una refinería y rehabilitar las otras seis con las que cuenta el país. Gracias a esas medidas, México no ha sufrido la crisis de abasto energético y es un país que en 2023 podría tener superávit en combustibles. A ojos de los detractores, sigue siendo un error.
LAS CIFRAS
60 millones
de pesos, los que pagó SEDENA por Pegasus, según la información obtenida por el grupo Guacamaya.
2016, año
en que se crea el Pegasus por la compañía israelí cyber-arms NSO Group. Funciona para IOS de Apple y Android.
26 países
en donde se ha documentado su uso. Al ser sólo vendido a gobiernos, implica que estos lo utilizan para espiar a sus rivales.