El féretro de Isabel II viaja rumbo a Londres. Durante 24 horas los escoceses pudieron despedirse de su reina fallecida en la catedral de Saint Giles en Edimburgo.
Ocho portadores sacaron el ataúd, cubierto con el estandarte real y una corona de flores blanca, bajo las miradas de una multitud reunida a las puertas de la catedral, donde permaneció en una capilla ardiente desde el lunes por la tarde.
El ataúd será llevado en avión hasta la capital británica, donde pasará la noche en el Palacio de Buckingham rodeado por los miembros de la familia real, encabezados por el nuevo monarca, Carlos III.
El rey de 73 años se asienta en el trono y la jefatura de Estado que su madre ocupó durante siete décadas convirtiéndose en símbolo de unión y estabilidad.
Esto incluye una gira por las cuatro naciones que forman el país: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.
Isabel II murió en su residencia veraniega de Balmoral, en la región de las Highlands (Tierras Altas) escocesas, de ahí que su último viaje hasta Londres se inicie en Escocia.
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Durante la noche, reposará en el salón Bow Room del Palacio de Buckingham rodeada de los suyos, antes de ser llevada el miércoles por la tarde en procesión hasta Westminster Hall, la parte más antigua del edificio que acoge al Parlamento británico.