Morena aceita su maquinaria para 2023 y 2024

Morena aceita su maquinaria para 2023 y 2024

Roma no se hizo en un día, se repiten los que quieren ver el vaso medio lleno en relación al futuro del partido de Andrés Manuel López Obrador. Si bien la pasada elección de representantes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dejó ver irregularidades en 19 de 533 centros -en los cuales se repondrá el procedimiento en esas sedes-, son un 3.4 % del total. No es saldo negativo, ni por asomo.

Por doquier se difundieron escenas que muestran acarreo de votantes, compra de votos, repartición de despensas, utilización de listas de beneficiarios de programas de desarrollo (pensiones de adultos mayores, discapacitados, madres solteras) que son una de las bases de la 4T y que muestran a Morena como si fuera fiel depositario de las enseñanzas del PRI. Pero no fue generalizado.

Hace 11 años, Morena -que lejos de ser un partido político es en su origen un movimiento que incluye múltiples facciones políticas (algunas incluso de derecha)- no existía. En 2018 no gobernaba ningún estado de la República Mexicana y hoy, tan sólo ese movimiento gobierna 20; si se suman los estados de sus aliados, son 22, en la antesala de ir por las gubernaturas en el Estado de México y Coahuila en 2023.

De acuerdo con la dirigencia de Morena, en la elección participaron tres millones de personas para renovar el Congreso Nacional del partido en el poder, un acto en que se usó la estructura, que dicha fuerza manipulará en 2024 cuando se realice la esperada elección presidencial. Al final, lejos de las justificadas críticas a las prácticas de corrupción, sus opositores no tienen nada que festejar.

Es un capital político el de Morena que, para ponerlo claro, ninguna otra fuerza política de nuestro país posee. Por eso, los discursos de corifeos del viejo régimen, ante las imágenes de irregularidades que han asaltado a los medios de comunicación desde el sábado pasado, con consignas del fin de ese instituto político, son irreales y deben acotarse por el bien de la congruencia.

En 19 casos de esos 533, se tuvo que cancelar el proceso y el presidente de Morena, Mario Delgado, señaló que se investigarán y anularán los distritos que sean necesarios. “Vamos a seguir trabajando para tener un partido más fuerte, unido y movilizado que garantice que siga adelante la Cuarta Transformación”, dijo en comunicado desde Naucalpan, Estado de México.

En su mañanera del 1 de agosto, López Obrador minimizó el gran escándalo mediático suscitado por las escenas de arbitrariedades y muestras de corrupción electoral. El mandatario señaló que “hubo todavía ese tipo de prácticas, pero en muy pocas casillas; no se generalizó, como los opositores hubiesen querido”.

Dichas imágenes fueron utilizadas por múltiples medios de comunicación y opinadores enemigos jurados de la 4T, como ariete político y para señalar la decadencia del partido del presidente. “Si estos están diciendo que estuvo mal, pues es que estuvo bien, porque lo que es malo para ellos es bueno para nosotros”, expresó el mandatario para sacudirse las impresiones de sus críticos.

En realidad, Morena, que como fuerza política está en su infancia (y en su infancia ya alcanzó el máximo cargo del gobierno), sí debe arreglar sus estatutos y evitar convertirse en lo que es ahora el PRD, pero quien quiera pintar un apocalipsis de ese instituto en este momento, está engañándose y la realidad le demostrará más temprano que tarde, lo equivocado que está.

Morena aceita su maquinaria para 2023 y 2024

¿Morena… sin López Obrador?

Una de los consuelos de los opositores al actual gobierno y de sus cálculos más optimistas, es que Morena existe gracias a AMLO y cuando éste pase al retiro, en septiembre de 2024, la importancia de ese partido decrecerá irremediablemente. Pero el hecho es que, sin buscar demasiado, Morena ya posee a cuatro o cinco candidatos a la sucesión presidencial, mientras que Va Por México, ninguno.

Pero no sólo es la fuerza de Obrador, que ha dicho que apoyará con su voto a quien gane la encuesta (y demuestre tener arrastre popular para ganar la elección presidencial de 2024), es la estructura, la maquinaria. Y es algo que sus opositores no razonan. Morena está aceitando esa maquinaria para movilizar el voto y enfrentar a sus rivales en 2023 y 2024.

Del otro lado, también están los intentos, encabezados por Rafael Barajas “El Fisgón”, por crear cuadros y darle una definición de instituto político a Morena. Es donde creer que Morena va a sucumbir ante el fenómeno de tribus que terminó por corroer al PRD, son más bien deseos de los opositores.

“No son esfuerzos fáciles; existen fuerzas y muy poderosas en contra”, señaló Barajas en el programa Los Periodistas. Y es que, si bien es cierto que Morena llegó al poder porque su bandera es que se opone a las viejas prácticas de corrupción electoral, el admitir esos errores y trabajar para subsanar esas criticables prácticas, no estaba siquiera en el radar de los anteriores.

Con una gran exigencia ciudadana detrás, que empieza por los reclamos del presidente, quien días antes de las elecciones había llamado “conservadores corruptos” a quienes establecieran prácticas antidemocráticas, Morena todavía tiene la capacidad de dar un vuelco a esos vicios y mejorar sus procesos. Al final las elecciones del fin de semana son procesos perfectibles, no es el fin del partido.

También lee: Delfina Gómez gana encuesta; será candidata de Morena en el Estado de México

Oposición, sin arrastre

El otro gran hecho que se baraja ante la falta de una oposición para hacer frente a Morena, es que ésta vendrá de una escisión que fragmentará al partido, como tantas veces ha ocurrido en la historia de las fuerzas políticas mexicanas. Pero es un hecho que tales posiciones de disidencia vienen de gente como Ricardo Monreal, que tiene un pie fuera del partido pues no acepta el método de las encuestas.

¿Qué posibilidad tendría Monreal de ganar una presidencial, si es aborrecido por un gran porcentaje de morenistas? Ese es el problema, su impopularidad. El candidato de Morena tiene que tener arrastre popular y demostrar que defenderá los postulados que ha hecho de su gobierno AMLO, entre ellos: mantener programas sociales, políticas que defiendan la soberanía energética y austeridad.

Gibrán Ramírez, fundador de Morena y partidario de Monreal, expresó que hubo al menos 60 personas rasuradas de las listas de aspirantes, pero que cree que el gobierno y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tienen un pacto y las quejas no prosperarán. Es un discurso prácticamente opositor, como si toda la fábrica de Morena estuviera comprometida y rebosante de corrupción.

Dentro del partido hay facciones que coinciden con los críticos de derecha de que el partido está tomado por un grupo, el de los “duros”. La facción de Monreal no participó en las elecciones; en su lugar, denunció a través de redes. Y prefirió viralizar una imagen en que abraza a Silvano Aureoles Conejo, exgobernador de Michoacán, que ha acusado a Obrador de ser un narcotraficante.

Otra facción en vías de ser disidente es la que encabeza la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval y su esposo, John Ackerman, quienes han denunciado desde hace años que el partido está quedando en manos de un grupo, pero cualquier observador externo podría colegir que se trata de disputas entre facciones por quedar fuera de la toma de decisiones y no otra cosa.

El beneficio de la duda

La oposición a la 4T quiere manejar las irregularidades suscitadas en el proceso de renovación del partido como un desmoronamiento irremediable, que abona directo a su interés de retomar el poder en 2024. Pero es desproporcionado manejar descalabros de esa magnitud. Según una encuesta reciente de El Financiero, Morena encabeza sondeos para Edomex y está en empate para Coahuila.

Puede decirse, entonces, que la ciudadanía todavía le da el beneficio de la duda a Morena, que tiene un largo camino por delante para seguir en dominio cuando ya no tenga el apoyo de la popularidad del presidente, el segundo mandatario más popular en todo el mundo. Hasta no ver ese tipo de catástrofe, Morena es una potencia electoral temible y quien no lo entienda así, será arrollado por ella.


“De nada les servirá la corrupción”

Para el presidente de Morena, Mario Delgado, “gente ajena al partido es la que provocó los desperfectos”. Denunció que la mayoría ocurrió en estados que no gobierna Morena, como en insinuación de que puede ser un plan de la oposición a la 4T para magnificar la idea de su “desmoronamiento”. Delgado señaló que se erradicará la corrupción sin fijaciones de ninguna especie.

“No vamos a permitir que esas viejas prácticas entren a Morena. Vamos a auditar todos los distritos. Vamos a revisar distrito por distrito, y donde haya cosas raras, se va a sancionar”, ha dicho Delgado. Explicó que, de todas formas, de nada sirve que algún actor político haya “acarreado” o cooptado para ganar puestos, ya que las candidaturas serán para quienes ganen las encuestas.

LAS CIFRAS

15
de 21 gubernaturas ha ganado la dirigencia de Morena, comandada por Mario Delgado.

13
mil consejeros los que se eligieron el fin de semana de elecciones.

19
las irregularidades que se presentaron, 11 el sábado y 8 el domingo, durante la jornada doble de votaciones.