En el jardín botánico de Chapultepec, Ciudad de México, se presenta la exposición escultórica “El lago de las Tipulas” del artista oaxaqueño Amador Montes.
Con esta exposición los visitantes podrán convivir con insectos gigantes y conocer de ellos su anatomía.
De un estaque artificial en Chapultepec, impresionantemente parece que emergen gigantes tipulas metálicas que parecen danzar sobre el agua.
Esta exposición cuenta con la colaboración del Fideicomiso Probosque de Chapultepec, con el fin de ofrecer un acercamiento a estos seres vivos que, aunque diminutos, son vitales para los ecosistemas.
“El lago de las Tipulas” se compone de ocho esculturas de bronce de gran que llegaron para quedarse en el jardín botánico de Chapultepec para acompañar a la vegetación de los ecosistemas que ahí se resguarda.
Amador Montes reconoce que su infancia en los Valles Centrales de Oaxaca fue clave para crear estas esculturas que se asemejan a los mosquitos, con grandes y finas patas.
“Me remonta a cuando llovía en Oaxaca, eran casas de adobe y muchas calles aún no estaban pavimentadas. Yo jugaba a hacer represitas y ahí llegaban los insectos. Había mucho contacto con la naturaleza y los insectos”, resaltó para una entrevista para un medio nacional.
“Cuando era niño, recuerda, estuvo rodeado de cuentos y animalería, que lo ha inspirado en su carrera como pintor. “Toda esta información se acumuló y se desbordó después en mi carrera como pintor y como artista”.
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El oaxaqueño explica que con la obra busca destacar la importancia de los insectos en la naturaleza, ya que también tienen una importante participación dentro de la simbiosis de toda biodiversidad. Y destaca que impresionar a los niños con sus esculturas es fundamental para despertarles la curiosidad, pues el cuidado y educación ambiental viene de la mano si se fomenta el respeto por todos los seres vivos, incluidos los insectos, que también son parte del entorno.